En las distancias cortas, Blanca Portillo muestra su mirada más chisposa, la misma que luce en comedias como Chiringuito de Pepe, cuyo último capítulo emite esta noche Telecinco. Por eso, aunque su trayectoria es larga y bestial, sigue impresionando con sus personajes dramáticos, como el que ha interpretado en El testamento de María, del Centro Dramático Nacional.
En la serie también has sido una mujer de carácter.
Sí, Mariana es fuerte, ha salido adelante con su esfuerzo y tiene un estupendo sentido del humor. Y está felizmente casada con Balotelli [Malcolm T. Sitte].
¿Esta comedia te ha ‘desintoxicado’ de los dramas que haces en teatro?
Empecé haciendo comedia. Más tarde llegó 7 vidas y, a partir de ese momento, me llegaron dramas y más dramas. Cuando surgió la serie no me lo pensé. Es un pulmón de aire fresco.
Tras una larga gira, acabas de despedir El testamento de María, donde eras una madre de Dios pagana…
No creo que hayamos herido a nadie. Hemos hecho más de cien funciones, la ha visto gente creyente y nadie se ha quejado. Habla del dolor de una madre y es ahí donde conecta con el público.
Es un homenaje a las mujeres de tu familia…
Sí, las madres tienen una fuerza especial. En mi casa he comprobado cómo se enfrentaban a los problemas y sacaban fuerza para levantarse. No tengo hijos, pero entiendo la maternidad.
¿Cuál es tu próximo proyecto?
La obra Todas las noches de un día, de Alberto Conejero, junto a José Luis García Pérez. Y Secun de la Rosa está preparando una comedia para mí. Tengo ganas de volver a reír en escena.
Dirigiste Don Juan Tenorio. ¿Qué mito querías desmontar?
Nunca he entendido cómo alguien así se ha convertido en un mito, en un abanderado del romanticismo. Tenorio no es un héroe, sino un modelo de destrucción y crueldad. Ya era hora de que alguien lo pusiera en su sitio.
En La vida es sueño interpretabas a Segismundo. ¿Por qué ese cambio de rol?
No me planteo si mi personaje es hombre y mujer. Me interesan más las cosas que tenemos en común los seres humanos.
Tus padres se separaron cuando tenías 6 años. ¿Te marcó?
Claro, eso marca tu infancia y el resto de tu vida. Desde cría aprendí que lo importante es lo que tienes ahora. Usaba la ropa de mis hermanas, los libros, las muñecas…
¿Pecas de exceso de pasión?
No sé vivir sin pasión. Me llamo Intensa Portillo. Vivo en una montaña rusa y miro la vida con hambre.
¿En el amor también eres pasional?
Una vida sencilla y cotidiana me parece lo menos sexy del mundo. Me aburre. Iba para azafata, para relaciones públicas, pero me metí en la Escuela de Arte Dramático.
Te llaman Rojiblanca Portillo por tu pasión por el Atlético…
¡Es que mira que ponerme de nombre Blanca! Mi afición me viene por oposición, porque mi padre era del Real Madrid.
Eres una mujer solitaria. ¿Te pesa?
No quiero renunciar a la soledad. Por eso no me he casado ni tengo hijos. Soy una solitaria feliz, me gusta mi casa, cómo he organizado mi vida, y no me gusta que me digan lo que tengo que hacer.
¿Y qué haces en tu tiempo libre?
¡Uf, tengo muy poco! Leer es lo que más me gusta, pero también me encanta navegar por internet y jugar en el ordenador; puedo tirarme horas y horas… Y disfruto mucho cocinando.
DE UN SORBO
¿Te gusta el café?
Mucho, pero intento reducirlo solo a dos tacitas al día.
¿A quién invitarías?
A Iñaki Gabilondo, me encanta charlar con él.
¿A quién no darías ni agua?
A todos los que pretenden que la cultura no es necesaria.
Recomiéndame una lectura
Soy de leer poesía y te diría que tomaras un buen cafe leyendo al desaparecido Félix Grande.
Primavera, café al solecito… y un deseo
Que bajen de una vez por todas el IVA cultural.
