Carmen Alcayde se mueve como pez en el agua en los platós. Se ha convertido en el perejil de todas las salsas, desde El programa de AR a Gran Hermano o Hable con ellas, y ahora en Cazamariposas. Está preparada para lo que le echen. Habla de su época fiestera, de sus notas sobresalientes y de lo feliz que se siente siendo mamá de tres niños.
¿Hubieras preferido presentar Cazamariposas a ser reportera?
Me encanta servir para un “barrido y para un fregao”. Esté donde esté intento hacerlo lo mejor posible. El binomio Nuria-Nando funciona muy bien; me recuerdan a mi época “tomatera”, con esas ganas de comerte el mundo con gracia e inventiva.
Colaboras en los debates de Gran Hermano. ¿Participarías como concursante?
Me veo más como presentadora; que te vean todo el rato me da pudor y sería un trauma dejar a mis hijos.
Trabajas con Ana Rosa Quintana. ¿Te atreves con un informativo?
Me gusta entretener informando. Levantarme, reír a carcajadas o pegarme un baile. A la gente le gusta mi vena cómica.
Como actriz has participado en 7 vidas, Escenas de matrimonio, Sexo en Chueca... ¿Algún proyecto?
Tengo una vena artística y estudié dos años interpretación, pero yo soy periodista. Ahora igual hago un cameo en una pelicula.
Eres también escritora. ¿Preparas nuevo libro?
Seguiré escribiendo porque es mi bálsamo espiritual. Desde que nació mi hija no he podido, pero ya pienso en un cuarto libro.
Tu primer premio lo lograste con A la luna de Valencia. ¿Sigues teniendo la misma ilusión?
Allí también era reportera. Con Arturo Valls hicimos locuras; es importante pasar por televisiones locales para curtirte.
Con Aquí hay tomate te llegó la popularidad y te convertiste, junto a Jorge Javier, en foco de críticas. ¿Te creó más problemas que beneficios?
Todo lo contrario. El Tomate fue para mí un pasaporte a la felicidad. A veces me iba a casa preocupada por si un personaje se habría molestado, pero también le ayudábamos en su carrera. Gracias a eso he podido trabajar en otros programas.
¿Sigues siendo amiga de Jorge Javier? Decían que os llevabais mal.
Jorge y yo nos llevábamos fenomenal, íbamos al Tomate a divertirnos, como dos colegas del instituto. Aparte de buenos compañeros de profesión, no nos vemos fuera de televisión. Él vive en Madrid y yo en Valencia, he tenido tres hijos… La vida que llevamos es distinta. Pero nos alegramos al reencontrarnos. Me hizo ilusión las cosas tan bonitas que ha escrito de mí.
Has retransmitido dos veces las campanadas. Una con Jordi González y otra con Antonio Lobato. ¿Es una experiencia especial?
Yo soy fallera y me sentí la reina del mundo. En Oviedo estaba lloviendo y rogaba que parase para la hora de las campanadas. Y no llovió. Recuerdo la emoción del momento y me gustaría repetir la experiencia. Ser presentadora y no hacer las campanadas es como pasar por esta vida sin tener un hijo.
Estás casada con tu novio de siempre, Eduardo Primo Arnau "Tete" y tienes tres hijos: Carmen Lucía, Eduardo y Olivia. ¿Eres una mujer tradicional?
Soy cabra loca en mi vida profesional y con mis amigos y necesito estabilidad en el hogar. Me gusta la vida familiar, soy muy niña –la eterna Peter Pan– a la hora de jugar con mis hijos. Mi marido es más sensato. Pero ojo, también les pongo normas.
¿Te apuntas a una cuarta criatura?
Por mi parte sí, pero mi marido dice que si tenemos un cuarto hijo, se va (risas). Es lógico porque lleva una inmobiliaria en Valencia y yo me traslado a Madrid de lunes a jueves por trabajo; él se hace cargo de todo.
Te criaste con tu madre…
Mi padre falleció cuando yo tenía un año. Mi madre era funcionaria y montó un negocio de venta de zapatos de firma, para poder llevarnos a los mejores colegios y darnos todo lo que nos hubiera dado mi padre, que era notario.
De jovencita eras de sobresaliente en las notas, pero también de fiestas…
Sacaba sobresalientes, pero a la hora de divertirme era marchosa. Salía el viernes por la noche y volvía a las seis o a las siete a casa, pero el sábado me quedaba estudiando.
¿Cómo consigues tener tipazo después de tres hijos?
Corro seis o siete kilómetros todas las mañanas y un día a la semana juego a pádel. Llevo vida sana, como pasta un día a la semana, no mezclo hidratos con proteínas… Pero también me tomo mis cervecitas y mi paella y mi copita de vino los domingos.
¿Qué aficiones tienes?
Con tres hijos, mis aficiones son las suyas; antes leía mucho e iba al cine pero ahora sólo veo películas infantiles.
¿Tienes manías?
La de llevar el micro siempre a la derecha. No me gustan los zapatos de punta y no suelo ir con zapatos de mucho tacón. Soy mujer de supersticiones: no paso debajo de un andamio porque una vez me atracaron después de pasar, pero soy una Aries positiva.
DE UN SORBO
¿Te gusta el café? Sí, pero descafeinado. Desayuno un zumo de naranja, tostadas con aceite y sal y un capuchino con una galletita.
¿Te levantas...? De buen humor. Soy una mujer de acción; de buena mañana parece que llevo despierta cinco horas.
Un pensamiento antes de dormir. Doy gracias por tener a mis hijos sanos, un marido estupendo y trabajo.
¿A quién invitarías? A Michael Jackson, James Dean… Y también a Mercedes Milá para ver si me explica por qué ha dejado Gran Hermano; no me pega que estuviera cansada.
¿A quién no le darías ni agua? A los pederastas; me parecen lo peor. Al resto de gente no le negaría el agua; todos tenemos derecho a una oportunidad.
Recomiéndame un buen libro. Bajo la misma estrella, de John Green.
Pide un deseo para este otoño. Que llegue un programa que sea el trabajo de mi vida.
