“Hola, soy Edu. ¡Feliz Navidad!”. Corría la Navidad de 1997 y esta frase se convirtió en la más dicha y escuchada del momento. ¿El motivo? El anuncio de una compañía telefónica en la que aparecía un niño con gafitas que, desde el sofá, se dedicaba a llamar a todos los contactos de la agenda de sus padres. Han pasado 20 años desde aquel spot que se convirtió en un éxito viral incluso antes de la existencia de internet. Y mucha gente se pregunta qué fue de aquel niño…
En la actualidad, Enrique Espinosa, que protagonizó algunos anuncios más después del bombazo (de caramelos y un diario deportivo, entre otros), vive alejando del mundo de la publicidada y se dedica al desarrollo web y marketing digital. De hecho, ha montado su propia consultora en la que ofrece servicios de transformación digital completa para pymes. “Gracias a aquella campaña aparecí en programas de máxima audiencia en televisión y disfruté de un gran éxito, a pesar de que fue efímero. Pero también tuve problemas porque todo el mundo me conocía y, desde la perspectiva de un niño, esto es difícil de comprender”, explica.