Tras su comentada salida de Cámbiame, Marta Torné ha retomado con ganas su faceta de actriz y pronto la veremos por partida doble, con un personaje fijo en Velvet Colección, la continuación de la serie en Movistar+, y un capitular en La que se avecina, en Telecinco. Hablamos con ella de estos dos proyectos.
¿Cómo va a ser tu personaje en Velvet Colección?
Pues tengo poca información. Es un personaje que no sé cómo lo voy hacer, porque tiene que ser muy lista y muy tonta la vez… Más que tonta, ingenua.
¿Qué es lo que más te ha seducido de este personaje?
Que es una comedia. Nunca había hecho comedia antes de esto, solo en teatro. Es verdad que también estoy grabando un episodio con La que se avecina. Me lo he pasado superbien aquí, porque yo vengo de El internado, que es la gran serie de mi vida. Estuve siete temporadas y lloraba todos los días. Fue muy bonito, porque también aprendes a llorar y haces ‘callo’, pero la comedia es mucho más difícil.
¿Cómo reaccionaste cuando te llamaron para el papel de Velvet?
Me llamaron para hacer una prueba, como pasa en casi todos los casos.
¿Pasaste nervios?
Yo no me pongo nerviosa con las pruebas. La hice y les encantó, y me dijeron que no querían a nadie más.
¿Se te da bien hacerte la tonta?
La verdad es que sí, un poco.
¿Y en la vida real?
No, yo no me hago la tonta nunca, pero sí que es verdad que soy muy ingenua. Yo me lo creo todo, siempre me la cuelan.
¿Con quién te ha hecho especial ilusión coincidir?
Con Marta Hazas y con Asier Etxeandía. Martita y yo estuvimos en El internado, donde compartimos muchas horas de camerino y eso une mucho. Y, a Asier, lo amo, lo adoro y lo admiro muchísimo. Es un talento con patas.
¿Eras seguidora de Velvet?
La veía por encima. Es que no tenía tiempo. Veía los episodios más relevantes de cada temporada. Evidentemente ahora la he vuelto a ver entera para estar bien informada y la estoy disfrutando mucho. He de decir que yo hice tres castings para la primera etapa de Velvet. No me acuerdo muy bien para qué personajes, pero sé que uno era para el personaje que interpreta Marta Hazas y dos más que creo que eran para modistas.
¿El de Paula Echevarría?
Antes de que la serie se llamara Velvet, Paula tenía ese papel y ya se sabía que la protagonista iba ser ella.
Después de tantos castings, ¿no has llegado a pensar por qué han cogido a otra y no a ti?
No, hombre, esto no es como los novios. Esto es si pegas con el protagonista… A ver, da coraje después de tres castings, porque la productora pone intención de quererte y que no salga te da rabia.
¿Y cómo remontas eso?
Es que no te hundes. Yo siempre me lo tomo todo en positivo. Luego tengo un día que a lo mejor lo veo todo negro, pero el resto del mes pienso “qué bien que cuenten conmigo”.
Cuando acabaste en Cámbiame dijiste que tenías muchos proyectos sobre la mesa…
La que se avecina era una cosa que tenía muchas ganas de hacer desde hacía mucho tiempo con Alberto Caballero. Lo que se me propuso cuando dejé el programa está aún encima de la mesa, y hay otro proyecto más, pero es lo que pasa siempre…
Empiezas en mayo a rodar Velvet. ¿No tendrás problemas con Mediaset?
Yo me tengo que acoger a lo que me ofrecen y yo no tengo un contrato con ellos. Me encantaría seguir trabajando en Mediaset, porque la siento mi casa y es donde más cosas he hecho, pero Velvet es supergoloso, una serie de gran calidad y muy buena factura, con un gran casting. También es un personaje con el que no tengo que estar trabajando todos los días. Mi intención es intentar compaginarlo.
Tu personaje va explotar tu lado más sexy. ¿Cómo lo llevas?
Pues, mírame. Las pestañas postizas, el maquillaje, el pelo, un Wonderbra, la faja… Lo que todas las mujeres. Cuando empecé El internado, las dos primeras temporadas sí que es verdad que llevaba bastante mal ponerme el vestido de chacha, no ir maquillada… Luego le pillé el punto, porque era maravilloso no tener pruebas de vestuario, ya que siempre iba con uniforme. Pensé que al final es una suerte tener un personaje que va desmejorada y parece como que interpretas mejor. Me da igual que me pongan fea o guapa.
¿No disfrutas más cuando vas de guapa?
Al revés, porque te vas diciendo: “¡Ay! Hoy estoy fatal. Mira ese grano, estoy hinchada…”. En cambio, si estás de fea, eso te da igual.
¿La serie británica El infiltrado te sirvió para tener más proyectos fuera?
Tengo un agente en Los Ángeles. Desde que hay Netflix, HBO, etc, hay tanta producción de ficción… En Hollywood está muy de moda lo latino, todo lo que sea exótico, y el agente que tengo allí está especializado sólo en latino. Me enviaba dos o tres castings a la semana y yo voy a ir enviando mis pruebas como pueda.
Estuviste hace poco en Los Ángeles, ¿qué tal la experiencia?
Los Ángeles es una ciudad genial y está llena de españoles. Si tengo la oportunidad, me gustaría tirarme unos meses allí.
¿Cómo es tu participación en La que se avecina?
Es un personaje episódico: hago de amiga de Miren Ibarguren, pero que nos odiamos muchísimo. Es muy divertido. Amo a Miren, amo a Ernesto Sevilla y a Pablo Puyol, que son con quienes tengo la secuencia que nos queda por grabar. Y me lo he pasado teta, claro. Viniendo de los dramas y llegar aquí que, cuánto más payaso, más funciona… A mí me encanta la comedia, que he hecho más en teatro, pero ese es otro lenguaje.
¿Te sientes más cómoda como actriz o como presentadora?
Depende del director que te dirija, los compañeros que tengas al lado… Puedes ser el mejor actor del mundo o ser un desastre. Hay que tener talento, intuición, que eso creo que sí que lo tengo, y trabajarlo mucho y hacer callo.
¿Y cómo ves ahora la polémica surgida con Carlota Corredera?
Pero eso ya ha prescrito, ¿no? Es que es normal. Es como si yo vengo a sustituir a una actriz y me recibe la que es su familia. Yo hablo en este caso del síndrome de Gran Hermano. Son muchas horas trabajando juntos…
Se dijo que tus compañeros no la recibieron muy bien…
Es que mis compañeros me querían mucho, y si yo hubiera sido en vez de Carlota la que entraba me hubiera pasado lo mismo. Para mí, no era Carlota, era la chica que entraba, pero ellos la quieren mucho y lo sé. Dicho por todos ellos.
¿Has visto algún Cámbiame presentado por ella?
Sí, y la veo muy bien.
¿Echas de menos a tus compañeros de Cámbiame?
No sólo a mis compañeros, sino al equipo entero, pero no les echo de menos desde la tristeza…
