La vida no para de sorprenderla. Lidia Torrent disfruta del éxito –inesperado, según ella– de First Dates y de su relación con Matías Roure, compañero del programa y con quien vive en un piso en Madrid desde hace más de un mes.

¿Alguna vez imaginaste que First Dates tendría semejante éxito?
No. De hecho cuando me lo propusieron acepté con algo de vértigo porque era un formato nuevo y no lo visualizaba del todo.

¡Y encima encontraste el amor!
Eso sí que fue una gran sorpresa.

¿Cómo surgió?
Nos hicimos muy amigos. Teníamos una complicidad de hermanos, hasta que surgió el amor. El roce hace el cariño, eso es una realidad. Grabamos de lunes a viernes, de diez de la mañana a siete de la tarde. Son muchas horas juntos…

Leg, Denim, Outerwear, Jeans, Style, Premiere, Fashion, Necklace, Beard, Fashion design, pinterest

Hasta que os fuísteis a vivir juntos…
Sí. Pero no significa nada, no es ningún paso más. Simplemente estamos los dos aquí por trabajo.

Y así no pagáis dos alquileres.
Claro.

¿Discutís mucho?
A ver, pasar tanto tiempo juntos tiene sus consecuencias, pero también sus cosas buenas.

¿Qué es lo que más te gusta de él?
Es una persona con un gran sentido del humor… y de calidad. Me río mucho con él. Además, es buena gente, muy altruista. Ama a su familia. Sus hermanas y su madre son un pilar fundamental en su vida.

Clothing, Fashion, Little black dress, Dress, Event, Premiere, Haute couture, Long hair, Fashion design, Brown hair, pinterest

Y tu madre, Elsa Anka, ¿ha dado su visto bueno?
Por supuesto. Si me ve feliz, no intercede.

Ahora ya no eres famosa por ser “hija de…”…
Lo vivo con mucha naturalidad, es un mundo al que estoy acostumbrada desde pequeña. Pero no creo que sea famosa.

¿Sigues estudiando Publicidad y Relaciones Públicas?
Lo he tenido que dejar en stand by porque estoy centrada cien por cien en el programa. Estoy aprendiendo muchísimo de Carlos Sobera y la directora, son unos maestros.

¿Y si te ofrecieran participar en un reality?
No es mi prioridad.

¿Te gustaría ser madre?
Sí, es uno de mis sueños. Pero no quiero correr. Hay que encontrar la persona y el momento adecuado.