Adrián Lastra se pone a tono para ‘Billy Elliot’: “Va a ser un antes y un después en la historia de los musicales en España”

Adrián Lastra interpretará al hermano mayor de Billy Elliot, el musical, que desembarca en el Teatro Alcalá de Madrid el próximo 5 de octubre, de la mano del director David Serrano. Y en mayo comienza el rodaje de Velvet Colección, la continuación de la serie de Antena 3 en Movistar, con los secundarios de lujo que había, pero convertidos en protagonistas. Hablamos con él para hablar de estos dos nuevo proyectos y de las cuatro películas que tiene por estrenar.

Billy Elliot El Musical, uno de los espectáculos más apasionantes hoy en el mundo, llega a Madrid tras once años de gran éxito en el West End de Londres y seis en Broadway (Nueva York). El musical narra la historia del joven Billy, nacido en una ciudad del norte de Inglaterra en la que los hombres practican boxeo y trabajan en la mina. Ninguno de ellos baila ni alberga ambiciones de presentarse a la Royal Ballet School. Pero Billy es diferente porque no le gusta el boxeo, pero está cautivado por la gracia y la maravilla del ballet. Y luchará para alcanzar sus sueños, devolviendo la unión a su familia y la fe a una comunidad devastada por el convulso final de la industria minera británica.

¿Habías visto el musical antes?
Sí, tanto el de Londres como el de Broadway. Y lloré, me reí, aplaudí como nunca había aplaudido con tanto entusiasmo. En Londres todo el teatro se puso en pie después de que el niño que interpretaba a Billy Elliot actuase en la pieza musical Electricity. No daba crédito a lo que estaba viendo y pensé: ¿te imaginas que un día esto se hiciese en España?

¿Cuándo te propuso participar el director?
Hace dos años, cuando me dijo que quería comprar los derechos para España. Ya entonces me propuso interpretar el papel de Tony y le contesté que encantado, pero claro, tenía muchos compromisos de trabajo por delante y no podía comprometerme en ese momento. Pero fuimos ajustando tiempos y vi a los niños ensayar y ése fue el empujón en la espalda para decir: ¡haz esto!

En Velvet ya has trabajado con niños. ¿Eres un hombre que cultiva la paciencia?
Mucho. En la serie trabajé con tres niños, Manolito el primero y con los mellizos en la última temporada. Me fascina trabajar con niños, porque además de su talento tienen una disciplina personal asombrosa.

¿Billy Elliot va a ser tu mayor reto profesional?
Por supuesto. No solo para mí sino para todo el mundo que participamos en el musical. No va a ser el espectáculo del año sino la graduación de Madrid como capital del teatro musical. Se aúna con otro de los grandes espectáculos del mundo que es El rey león, con personajes de verdad, que cantan y bailan porque ya no pueden expresar su emoción con palabras. Esa es la magia del teatro musical.

Hablemos de tele. En el final Velvet hubo mucha emoción y muchas lágrimas. ¿Cómo va a ser Velvet Colección en Movistar?
Sí, hubo muchas lágrimas. Mentiría si dijese que fue liviano. Cada día despedíamos a un actor y todo era un drama porque es un equipo con el que hemos estado durante cuatro años. Y de lo nuevo, poco puedo decirte. Ahora en mayo comenzaremos a rodar el spin off, ocho años después del incendio de las galerías, cuando se abre un Velvet en Barcelona y a partir de ahí surge una nueva vida.

Otro personaje con el que has compartido muchas tramas es el de Don Emilio. ¿Qué ha aprendido de José Sacristán?
Pepe es un ejemplo de humanidad y de esfuerzo. A mí me preguntas que te diga un actor que ama su trabajo, que tiene pasión por este juego de disfrazarse... y ése es Pepe. Tiene a sus espaldas casi 200 películas, más recorrido que nadie, y te mira a los ojos y tiene una niñez que emociona.

Por cierto, enhorabuena por el premio al mejor actor secundario de La Unión de Actores por Velvet.
Me siento muy orgulloso. Y eso que no me lo esperaba. Cuando me dijeron que estaba nominado junto a Carlos Bardem y Carlos Hipólito, pensé que no tenía nada que hacer. Y ese día estaba en Nueva York. Estaba comprando una tarjeta para tener internet allí y, según la meto en el móvil, empiezo a recibir notificaciones. Me enteré así. No me lo podía creer. En la nota de agradecimiento que envié dije que el premio para mí es trabajar. Cuando te dan una estatuilla es como una palmadita en la espalda para seguir haciendo lo mismo, porque lo que haces, mola. Pero no es más que eso.

Tus papeles más populares en televisión no tienen nada que ver con los que haces en teatro.
Esto es una carrera de fondo. Todos los papeles que he hecho en teatro o en musicales no han sido como los que conoce el gran público, personajes muy pusilánimes, muy buenos, muy ingenuos... Pero todo es trabajo y no me da miedo a que me encasillen.

Acabas de hacer la obra Hijos del entendimiento, con Michelle Jenner y dirigida por Dani Sánchez Arévalo, en los teatros Luchana de Madrid, en una campaña por la tolerancia. ¿Te consideras una persona tolerante?
Cundo tú no te amas, no sabes querer. El problema de la intolerancia lo tienes contigo mismo porque a veces no sabemos querernos. Desgraciadamente, en el mundo actual o estás conmigo o contra mí.

Terminaste de rodar la película Toc, toc y te fuiste a rodar otra en República Dominicana, Nadie muere en Ambrosía. Y ahora te toca Conducta animal. ¡Vaya año!
Y todavía tengo por estrenar Noctem también. Otto, mi personaje en Toc, toc tiene la obsesión de no poder caminar por las líneas del suelo, con el orden, con la simetría. Nadie muere en Ambrosía es una cinta de aventuras y fantasía. Una película tratada como realismo mágico de la mitología taína del Caribe del siglo XVII. Yo soy un joven Lázaro, con una enfermedad terminal que parte en busca de Ambrosía, un pueblo legendario en el que según la leyenda nadie muere. Sus propios habitantes consiguieron borrar el lugar de los mapas.  Ahora estoy rodando Conducta animal, la ópera prima de Miguel Romero, con Lluvia Rojo y Dani Guzmán. Es una película animalista, que ayuda a los animales. Hago un personaje de malo, muy violento.

Cuando echas la vista atrás, ¿qué te ha aportado ser un chico normal de Vallecas?
Saber sacarme las castañas del fuego porque allí cuesta mucho llegar a final de mes. Vallecas tiene raíz, estás en el suelo en todo momento, estés donde estés trabajando. Lo de la humildad depende de cada uno y de lo que te han enseñado. En mi caso, tengo la suerte que tanto mi familia como mis amigos desde los cinco años, son normales. Da igual que seas artista, cantante o famoso. En mi barrio yo soy Adri o Marciano como me llaman mis ‘chaches’ [sus amigos].