Pablo Rivero ha vuelto a ‘Cuéntame’ para quedarse: “Seguiré en toda la temporada siguiente, que yo sepa no hay un final”

El 3 de marzo estrenas Neckan, del director Gonzalo Tapia. ¿Por qué hay que ir a verla?
Es muy interesante porque la acción transcurre en el Marruecos que se independiza de España y porque mi personaje es muy intenso, muy alemán: empieza a investigar un tema y acaba encontrándose que los cimientos familiares se le tambalean. Como en la vida misma, uno tiene que saber si es valiente para afrontar su propia verdad.

La película habla de adopciones con métodos poco ortodoxos en plena guerra civil española. ¿Está basada en hechos reales?
No en un caso determinado pero el director se ha basado en personajes que conocía de cerca por su familia.

Tu personaje no fuma ni bebe, es abogado y está bien cachas. ¿Tú te machacas en el gimnasio?
Tuve que tener una disciplina tremenda en el gimnasio porque Santiago, mi personaje, es un atleta y se siente orgulloso de serlo. Pero como puedes comprobar, ahora no tengo el volumen que tenía en la película ni mucho menos. Yo soy más relajado.

Siguiendo con el cine, tienes por estrenar otro filme, Paella Today! ¿Qué haces con Lolita Flores y Pablo Carbonell?
No he coincidido en el rodaje con ellos. Es una comedia romántica mediterránea que habla del poliamor y mi personaje va de hipster artista que en el fondo es un niño bien. Se comparan todos los tópicos valencianos con los madrileños y es muy graciosa.

¿Qué opinas tú del poliamor?
Debemos estar abiertos de mente y que la gente pueda convivir de la manera que cada uno decida. Personalmente me parece complicadísimo. ¡Uf! Bastante complicado es que se entiendan dos personas como para multiplicarlas.

Vamos con Cuéntame: justo cuando has vuelto se ha marcado récord de audiencia y ya es la serie más vista del año.
Para mí ha significado volver a casa. La serie me gusta y mi personaje también, y encima la productora me ha dado toda clase de facilidades. Antonio Alcántara presenta el Telediario de las 21 horas en Torrespaña y vuelve con una novia judía de la que está enchochao. Es un bombón de personaje.

¿Toni sigue estando en el punto de mira de los GAL?
Cuando me fui a Londres estaba en peligro de muerte. Lo interesante es que el peligro esté siempre rondando. Respecto al trabajo, en esa época el Telediario lo veían 15 millones de personas. De repente, el personaje entra en un bucle tipo Woody Allen de hipocondría y nerviosismo y resulta muy divertido y muy cómico. Tendrá que adaptarse a su nuevo trabajo y a una visión del periodismo a la que no está acostumbrado. Tiene noticias importantes que no puede dar si no están muy contrastadas.

¿Cómo ves el periodismo actual? ¿Hemos ganado o perdido libertad?
En muchas épocas no se ha podido decir la verdad. Ahora parece que tenemos libertad pero también hay que tener mucho cuidado con lo que dices. Internet es un arma de doble filo porque hay demasiada información y no siempre es buena ni está contrastada. A mí me ha pasado con varias cosas, como el tatuaje que me pinté en el pecho para interpretar Fausto. Me preguntan si lo sigo llevando porque alguien, en una entrevista, habló de ese tema, pero en realidad nunca he tenido un tatuaje.

¿Se prevé un final o hay Cuéntame para rato?
Que yo sepa no hay un final. En esta temporada estoy en diez capítulos y en todos los de la temporada siguiente.

En este tiempo que llevas ligado a la serie, ¿cómo ha evolucionado la ficción española?
Hemos avanzado muchísimo. He visto Velvet y a muchos actores de mi generación brillar. Y me encanta porque esa serie o Isabel, Bajo Sospecha, Mar de Plástico, El Príncipe, etc son muy buenas, con unos repartos estupendos y unos equipos buenísimos, donde se cuida la fotografía, los decorados... Otras series como Paquita Salas, que parece un falso documental o ¿Qué fue de Jorge Sanz? también son muy buenas. Podemos estar contentos de gustar al público español.

Estudiaste Comunicación Audiovisual, has escrito varios cortos y dos guiones de películas y en primavera sale a la venta tu primer libro…
Llevo trabajando en el libro desde 2008. Pensé en una novela y no en un guión de cine porque me daba mayor libertad. Se titula No volveré a tener miedo y lo publica Suma de Letras. La novela recoge todas mis obsesiones, miedos y morbos cinematográficos y literarios.

Llevas cuatro obras de teatro representadas, la última Siempre me resistí a que terminara el verano. ¿Preparas algo nuevo?
En abril iba a estrenar una obra nueva, pero sufrí una lesión de espalda, una hernia discal que me ha obligado a estar parado durante unos meses. Y en septiembre iba a estrenar otra obra con Tomaz Pandur, que tristemente falleció.

¿Con qué te evades en tu tiempo libre?
Menos mal que me dedico a una profesión que me gusta, porque hay semanas y fines de semana que no paro de trabajar. Estudio los guiones de la serie o corrijo partes de la novela… Eso sí, no dejo de ir al cine, que es lo me gusta. Y hablo de las películas que veo en las redes sociales. Si puedo ser modelo de algo para los chavales, que sea por ir al cine, por leer y escribir y no sólo por llevar unas zapatillas molonas o por viajar, que también me gusta. Estoy de acuerdo con la campaña que hicieron los actores en Estados Unidos donde se decía: “Leer es sexy”. Hay que transmitir a los jóvenes que mi profesión no consiste en ser famoso ni hacerte fotos sino que hay que estudiar, hay que formarse; esa es la esencia.