Verano de 2010 en una ciudad de provincias española. Mientras la selección española arrasa en el Mundial de Sudáfrica, un peculiar comando terrorista formado por un veterano que está deseando demostrar que no es un cobarde (Javier Cámara), una pareja cuyo compromiso depende de la continuidad de la banda (Miren Ibarguren y Gorka Otxoa) y un manchego que piensa que entrar en el comando le acabará convirtiendo en Chuck Norris (Julián López), se atrincheran en un piso a la espera de recibir una llamada que parece que nunca llega.

Este es el argumento de Fe de etarras, la segunda película española original de Netflix, tras 7 años, cuyo rodaje comenzará estos días en Madrid. Dirigida por Borja Cobeaga y con guión del propio Cobeaga y Diego San José (responsable de la saga de Ocho apellidos…), la cinta completa su televisivo reparto con Tina Sáinz y Ramón Barea. “Este grupo es como Friends, pero en un piso franco”, adelanta el director.

Una vez más y como ya ocurrió en la primera cinta española, protagonizada por Paco León y Juana Acosta, la plataforma elige a actores habituales de la pequeña pantalla.