Corría el año 2008 cuando unos casi desconocidos actores dispararon las audiencias gracias a sus personajes de El Duque y Cata en Sin tetas no hay paraíso. Su historia de amor duró tres temporadas y 28 capítulos pero fue el espaldarazo definitivo para Miguel Ángel Silvestre y Amaia Salamanca, que desde entonces no han parado de trabajar y se han convertido en dos de los actores más conocidos de la ficción española.

Volvieron a reencontrarse en Velvet pero parece que sus fans no son los únicos que echan de menos a esta pareja, al menos si tenemos en cuenta la propuesta que le ha hecho el castellonense a su compañera:

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"Querida Amaia Salamanca. ¿Volverias a hacer esta serie conmigo? Qué bonito recuerdo. Te echo de menos, compañera. Cuánta ilusión teníamos.Trabajar contigo fue un placer. Espero que se repita pronto", escribió. Y, por si acaso no había conseguido ablandar su corazoncito con el vídeo, acompañó su pregunta de un puñado de fotos juntos.

La respuesta de Amaia no se ha hecho esperar: "Cuando quieras. Volvería a hacerla con los ojos cerrados, mi querido Duque", ha escrito la actriz acompañando su frase de varios corazones. A partir de ahí, la fantasía de los fans que siguen sus andanzas en la reposición de la serie en Divinity y sueñan con volver a ver a sus ídolos juntos, ha echado a volar y han empezado a creer en la resurrección de sus personajes.

Mientras recuerda con nostalgia sus orígenes, Miguel Ángel Silvestre recoge el fruto de su esfuerzo en la última década. A sus últimos éxitos dentro y fuera de nuestras fronteras con Sense8, Narcos y Velvet, el actor protagoniza la nueva versión de La boda de mi mejor amigo a las órdenes del director Celso García.

Amaia, por su parte, ha triunfado en Gran Hotel, Velvet, La embajada y Tiempos de guerra sin dejar de lado el cine, donde está a punto de rodar la comedia Lo dejo cuando quiera junto a Ernesto Alterio, Miren Ibarguren y Cristina Castaño, entre otros.