Los cantantes gallegos Miriam, Cepeda y Roi compartieron ayer una tarde muy especial con los niños ingresados en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela. Gracias a su visita sorpresa, tanto los niños, como sus familias y el personal sanitario, pudieron disfrutar de una jornada muy emocionante llena de música, risas y juegos. Enmarcada dentro del Proyecto de Humanización de Hospitales Infantiles de la Fundación ATRESMEDIA, la visita de los tres artistas contribuyó a romper la rutina habitual del hospital. Con sus canciones y su sentido del humor, lograron que los pequeños pacientes sonrieran y disfrutaran. Superada la timidez del primer momento, aprovecharon la ocasión para preguntar a sus ídolos sobre el mundo de la música.

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Cantaron Camina, firmaron autógrafos, repartieron corazones y cuentos y se hicieron fotos para inmortalizar el momento. También recorrieron varias habitaciones de la Unidad de Pediatría donde recibieron por parte de los pequeños enormes sonrisas y grandes abrazos. Estas acciones pretenden que los niños hospitalizados desconecten del día a día y pasen un rato distendido en compañía de alguno de sus presentadores, actores o cantantes favoritos, que actúan como perfectos prescriptores para fomentar entre los niños hábitos saludables y mensajes positivos sobre la estancia en el hospital.

Presentadores como Cristina Pedroche, Jorge Fernández y Àngel Llàcer; actores y cantantes como Manuela Velasco, Óscar Terol, Edurne, Xuso Jones, Angy, Lorena y Carlos Baute, han compartido ya esta experiencia.

Estas visitas, que se realizan en los más de 180 hospitales de toda España con los que colabora actualmente la Fundación ATRESMEDIA, tienen como objetivo potenciar la humanización de los hospitales infantiles. Para ello se desarrollan tanto acciones dirigidas a informar a los niños sobre el proceso por el que están pasando como a entretenerles para que su estancia sea más llevadera. También se llevan a cabo iniciativas de sensibilización orientadas a todos los agentes involucrados en la hospitalización pediátrica. En definitiva, provocar en los niños “recuerdos positivos” de su paso por el hospital.