Cine, televisión y… ¿bailar? La actriz Macarena Gómez, de La que se avecina, ha sorprendido a sus fans y ha colgado esta foto en sus redes sociales con el comentario: "Quiero volver a bailar!!!". Licenciada en Ballet Clásico, estudió danza entre los 5 y los 18 años en Sevilla y ahora recuerda con añoranza esa etapa. Si retoma la profesión, elasticidad y talento no le van a faltar…

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A continuación te mostramos nuestra última entrevista con ella…

Desde chiquitita sabía que quería ser actriz. Su infancia en Córdoba fue maravillosa. Fue la niña más feliz del mundo, iba a ballet desde los seis años porque le encantaba y disfrutaba jugando con sus dos hermanos –es la pequeña y la mimada, según sus palabras–. A los 14 años confesó su vocación a sus padres y a los 18 se fue a estudiar Arte Dramático a Londres. Allí le dijeron que para ser actriz tenía que haber sufrido y sólo así podría expresar las emociones, pero ella no comparte en absoluto esa afirmación.

En las estrellas narra de una forma muy poética la historia de Víctor (Luis Callejo), un director de cine superado por sus circunstancias, que es alcohólico, está en paro y sumido en una depresión tras la muerte de su mujer, Ángela, papel que interpretas tú. ¿De pequeña te gustaban las historias fantásticas como las que cuenta el protagonista a su hijo Ingmar?
Luego, en la adolescencia descarté el cine fantástico. Lo que recuerdo es que de bien chica yo me inventaba historias y que mi padre las grababa con una cámara de súper 8.

¿Con la fantasía se sobrevive mejor en un mundo tan practico como el que vivimos?
Soy una Acuario muy terrenal y práctica, así que mis sueños siempre son para conseguir lo que he soñado. Soñar es muy bonito, pero es un problema si luego no lo cumples.

¿Le lees cuentos a tu hijo Dante?
Pocas veces. No tengo tendencia a contar cuentos.

¿Y le prestas tu colección de Barbies?
¡Ni hablar! Como bien dices son de colección. La primera me la regalaron a los cinco años, pero empecé a hacer la colección a los 14 años; ahora tengo más de 50 Barbies y las que más me gustan son Tippi Hedren en Los pájaros y Glenn Close en 101 dálmatas. Últimamente, llevo una Barbie a los peluqueros de las películas que hago y les pido que la tuneen como el personaje que interpreto.
muy amigo, me pidió que me tiñera y yo, encantada de la vida. Pero me quemaron el pelo, se me cayó, me salieron calvas…he estado todo el año usando pelucas. Ahora que si Zoe me lo vuelve a pedir, yo me lo vuelvo a teñir (risas).

Eso es amor a la profesión.
Tengo la suerte de dedicarme a un oficio que me fascina; es un juego que me da de comer. Si hay que teñirse y cortarse el pelo, ¡pues me lo corto! Total, luego crece. Qué tengo que hacer de mala, ¡pues soy mala! Que ahora voy de buena…¡pues soy buena! Todos los personajes son experiencias nuevas que aportan a mi vida.

A los 16 años te fuiste a estudiar inglés a USA y a los 18 saliste de tu Córdoba natal para ir a estudiar a Londres Arte Dramático. Allí te dijeron que para ser actriz tenías que haber sufrido en la vida. ¿Compartes esa máxima?
Recuerdo un compañero que me decía que para ser buen actor tienes que haber tenido una infancia problemática y haber sufrido para dar veracidad a un personaje…¡Qué chorrada! Yo era la chica más feliz del mundo.

¿Tus padres (su padre es hematólogo y su madre cirujana estética) te apoyaron en tu carrera?
A mi padre siempre le ha gustado interpretar, así que ahora le doy papelitos de figuración en las obras que hago (risas) y le encanta. Y mi madre va al cine cinco veces por semana. Con esos padres…¡qué iba a salir yo! Desde bien pequeña tengo que agradecerles que me hayan llevado a la ópera, a la zarzuela, al cine, teatro, recitales de flamenco…

¿Vas a hacer lo mismo con tu hijo?
Es que me sale de forma natural, está integrado en mi forma de ser. Hace un mes llevé a Dante a la ciudad de Bath, al oeste de Londres, fundada como un complejo termal por los romanos y al día siguiente me decía que quería ver más cosas de romanos. Yo soy feliz, me siento pletórica admirando la cultura y el arte y ese amor se lo inculco a mi hijo y también a mis amigos.
la historia de Francesc Boix, un fotógrafo preso en el campo de concentración austríaco que arriesgó su vida para sacar unos negativos que mostraron toda la crueldad del campo. Allí haces de prostituta. ¿En la vida real vas de víctima o de verdugo?
Según me convenga (risas). Soy buena niña, pero tengo mucho genio. Me siento más feliz perdonando que con rencor; por eso prefiero perdonar. Debe ser influencia de la educación judeo cristiana que he recibido, igual que el sentimiento de culpa, aunque no soy practicante.

Hablemos de Lola Trujillo. ¿Hacia dónde va tu personaje en La que se avecina?
Lola y Javi (Antonio Pagudo) seguirán siendo una pareja perenne. Ella juega el papel de la mujer manipuladora, mandona, que siempre hay que hacer lo que ella quiere. Lola trabaja y eso influye en la relación con su marido.

Tienes nuevos vecinos en Montepinar…
Ha vuelto mi querido Isidro Montalvo, viene María Hervás, que estará muy cerquita de Lola y Javi, Kira Miró hace un cameo igual que Mario Vaquerizo…

Estuviste en la primera temporada de Dorien (emitida en Playz de TVE) y en la tercera temporada del potcast El apagón.
Ya he hecho varios potcast y me ha gustado mucho la experiencia. También doble una película el año pasado por primera vez y me gustó la experiencia.

Los Rodríguez y el más allá, de Paco Arango, en apoyo a la fundación Aladina. Es la primera vez que haces una película infantil. ¿Te hace ilusión ahora que eres madre?
Me ha hecho mucha ilusión rodarla porque podré ir al cine con mi hijo y con mis sobrinos. No consumía ese tipo de cine, pero ahora que soy madre…Además, Paco Arango es muy simpático, ha creado muy buen ambiente en el rodaje y parte de la recaudación de esa película va a parar a la Fundación Aladina.

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Has hecho otra película, Amor en polvo, donde se habla del intercambio de parejas.
En realidad la película habla de amor, de una pareja en crisis, que busca salida en el intercambio de parejas. Y otra pareja que no cree en el amor, acaba creyendo. Lo mismo pienso yo: creo en el amor, con mayúsculas, pero nunca he sido enamoradiza.

¿En el amor por tu marido Aldo Comas?
Sólo he estado enamorada de él (risas). Y sigo muy enamorada. Mi marido me cae muy bien, le admiro por encima de todo.

¿Es cierto que tu marido y tú os conocisteis en un bar de Buenos Aires.
Sí es cierto y me dijo: "¡Qué guapa! Pareces Miércoles Adams". Se refería a Christina Ricci, la actriz que hacía ese papel, porque tiene los ojos grandes y es ojerosa como yo.
de Marc Romero, sobre el crimen de las niñas de Alcasser (Valencia). Allí eres una politoxicómana a la que violó Antonio Anglés, el asesino.
Tengo amigos directores de cine que, como ya saben que bordo esos papeles, me llaman y así van sobre seguro (risa). En este caso está basado en un hecho real, una mujer que sufrió palizas y maltrato en general.

Entre obra y obra, antes te gustaba estudiar Historia en la Universidad. ¿Sigues?
No. Me falta tiempo.

Tu marido y tú sois aventureros: él es instructor de vuelo y tú practicas submarinismo, esgrima, defensa personal... Hace poco os hemos visto en Marraquech, en una carrera organizada por Land Rover. ¿Os divertís juntos?
Mi madre me dice que me ve feliz con Aldo, pero se pregunta cómo tengo tiempo para tanta actividad. No hay guerra de egos entre nosotros; no me planteo nuestra relación como una competición.

¿Os lleváis a Dante con vosotros?
¡Pues claro! Me paso el día en el AVE, con mi niño incluido. Mi forma de entender la maternidad es tratar de que mi hijo se adapte a mi forma de vida.

Eres amante de los perros. ¿Sigues teniendo a tu perra Camila (un doberman marrón) en casa?
Sí, con mi hijo se llevan muy bien, pero siempre hay que respetar a un perro y tener mucho cuidado sabiendo guardar las distancias.

La imagen es importante en tu trabajo. ¿Te interesa la moda?
Como a cualquier mujer. Soy una loca de los zapatos, sobre todo de los de caballero, sin tacón y con cordones. Y no soporto los calcetines blancos. También uso blusas y blazers, de todos los colores.

Los estilismos de tu marido y tuyos en eventos son muy comentados. ¿Os ponéis de acuerdo?
Yo elijo mis propios modelos, pero le mando fotos de lo que he elegido y él me aconseja muy bien. Yo soy más dubitativa, pero Aldo tiene un estilo innato y sabe combinar la ropa en un abrir y cerrar de ojos. Es él el que me aconseja a mí. Mi marido usa la marca de zapatos Serena Whitehaven; es de mujeres y son maravillosos y a él se los hacen ex profeso.

Con una madre cirujana estética, imagino que estás a favor de los retoques.
Totalmente. No descarto hacerme algo cuando sea mayor, pero siempre en su justa medida, poquito a poco. Y lo diré con orgullo, no me esconderé. De momento no me hace falta, pero cuando voy a Córdoba me hacen el tratamiento del plasma rico en factor de crecimiento plaquetario; es estupendo para la piel porque parece que te has echado un chute de hidratación.
vi la película a los cuatro años y me impactó tanto que me costaba dormir sola porque creía que iba a aparecer de repente. Hasta los 23 o 24 años no vi una película de terror. La primera fue Los sin nombre; me di cuenta que todo es mentira y desdramaticé el trauma que tenía. Ahora me encanta el cine gore y de terror, tanto para el consumo como para hacer películas del género.

¿Cuál es el mejor consejo que te han dado?
Querer es poder. Es la frase preferida de mis padres. Ahora me va bien en mi profesión, pero es gracias a que soy ambiciosa y he trabajado mucho. Y si no he tenido trabajo, me lo he inventado, he buscado cursos….todo lo que sea para seguir aprendiendo. Sin esfuerzo no se consigue nada.
y me pase 40 horas sin dormir. Dormía en los coches de producción y en rincones que iba encontrando. Me iba bien para el papel de muerta que interpreto en la película…(risas).