Vive a caballo entre Madrid, su Castellón natal y Los Ángeles, donde ha estado los últimos tres años para grabar las series Sense8 y Narcos. Ahora piensa quedarse en España una larga temporada para protagonizar una nueva y misteriosa ficción en primavera, y disfrutar de su familia y amigos. A medio camino entre estas ambas cosas está Belén López (Traición, Mar de plástico, Amar es para siempre), una mujer de la que "se enamoró locamente" y que, tras su ruptura en 2011, se ha reciclado en íntima amiga.
Miguel Ángel Silvestre ha tirado de nostalgia al recordar un fragmento de La distancia, la película de Iñaki Dorronsoro en la que trabajaron juntos:
Pero no es la primera vez que lo hace. El pasado Día del Padre el actor de Velvet felicitó al suyo recordando una anécdota ocurrida justo en el rodaje de esa película en la que Miguel Ángel tenía el corazón desbocado por la sevillana. Si quieres saber qué consejo le dio su progenitor, dale al play.
La pareja se conoció durante la grabación de la serie Motivos personales (2005), protagonizada por Lydia Bosch, en la que Miguel Ángel interpretaba a Nacho y Belén a Maite Valcárcel. Los doce años que les separaban no fueron obstáculo para ellos, y comenzaron una historia de amor que se prolongó hasta 2011, cuando rompieron y el castellonense empezó a salir con Blanca Suárez. La actriz andaluza fue su primer gran amor y su novia más duradera pero, aunque su relación terminó, el cariño permanece y hoy es parte de su vida. "Mis sobrinos la llaman tía Belén. Es de la familia. Es una de las cosas bonitas de mi profesión compartir momentos muy intensos con compañeros que se convierten en amigos para siempre", asegura.
No sabemos si le habrá confesado que en Los Ángeles le espera una misteriosa chica con la que aparece besándose en la revista Diez Minutos. El actor se ha tomado unos días de descanso y ha viajado a la ciudad norteamericana para hacer surf con amigos, como ha compartido en sus redes sociales. ¿Estará su nuevo amor entre ellos?
