Después de la engañosa victoria en Múnich por 1-2 el Real Madrid parte con una ventaja importante. Pero si tenemos en cuenta el gran potencial del Bayern la semifinal de la Liga de campeones sigue abierta. Los merengues tendrán que tener mucho cuidado y estar muy concentrados para que no les vuelva a pasar como en el partido contra la Juventus en cuartos de final, donde pasó muchos apuros tras vencer 0-3 en Turín.

Los bávaros son un equipo que nunca se rinde, que cuenta con una gran plantilla y que le va a poner muy difíciles las cosas al Real Madrid en el Bernabéu, a pesar de que a la baja de Arturo Vidal se ha unido la del central Boateng, una pieza fundamental en su defensa lesionado en el partido de ida. Por contra, la recuperación del lateral Alaba, un excelente jugador, es una gran noticia para el Bayern. En su banquillo está un hombre admirado por los madridistas, Jupp Heynckes, ya que como entrenador de los blancos conquistó la Champions de la temporada 1997-1998 cuya final se jugó en Amsterdam.

Los de Zidane, con las bajas de Dani Carvajal e Isco, lesionados en la ida como Boateng, y el alta de Nacho, ya sabe como las gastan los alemanes: velocidad en la circulación del balón, un contraataque fulminante y una presión agobiante en todo el campo. Ante esto los blancos deben sacar a relucir su técnica, superior a la de los jugadores del Bayern, e intentar tener la posesión del balón. Para ello Modric, Isco y Kroos son piezas básicas. El partido de vuelta está servido y el que salga victorioso tendrá como premio la final de la 63ª edición, que se jugará en Kiev el 26 de mayo.