Después de la abultada derrota por cuatro goles a uno en el partido de ida, celebrado el miércoles de la pasada semana en el Camp Nou, el conjunto italiano que entrena Di Francesco intentará una remontada que tiene prácticamente imposible. La calidad y juego de conjunto de los azulgranas de Ernesto Valverde, a lo que se unen las genialidades de Leo Messi, hacen que los romanos sean un equipo inferior. Buena muestra es su marcha en sus respectivas Ligas. El Barça sigue líder destacado y viene de ganar al siempre correoso Leganés por 3-1, mientras que los romanos ocupan el cuarto lugar y en la última jornada perdieron en su campo 0-2 con la Fiorentina dando una pésima imagen.

La Roma, que tiene al centrocampista Danielle Di Rossi y los delanteros Diego Perotti y Edin Dzeko como baluartes, justifica la goleada de la ida aferrándose a la mala suerte, ya que se marcó dos goles en propia meta, y reclama dos penaltis a su favor que el árbitro ignoró. No parecen suficientes argumentos para pensar que pueda infringir una dura derrota al Barça y eliminarlo. De lo que no cabe duda es que perseguirá la victoria desde el primer minuto con una presión alta e intentando aprovechar la velocidad de sus extremos, para poner las cosas difíciles a los azulgranas.

Por su parte, el FC Barcelona querrá tener el control del juego y la posesión del balón para no tener problemas en defensa y aumentar las posibilidades de que lleguen balones en perfectas condiciones a sus puntas aprovechando el juego entre líneas de Messi e Iniesta.