32 años después del desastre de Chernóbil, DMAX regresa al lugar del accidente para comprobar en qué situación se encuentra, explicar los motivos de su construcción y las razones por las que acabó desmoronándose. Para ello, el canal ha recurrido al ingeniero Philip Grossman, toda una autoridad en el accidente nuclear.

Durante los últimos siete años, Grossman ha demostrado una creciente obsesión por Chernóbil. Hasta tal punto que, en 2015, él y su esposa se casaron allí. El ingeniero ha visitado el lugar una decena de veces. Ahora, siguiendo las pistas que apuntan a un posible espionaje de la CIA y un encubrimiento soviético interno, Grossman espera que su último viaje sea en el que encuentre las pistas de lo que realmente pudo haber causado el mayor accidente nuclear de la historia.

Hasta ahora, se sabía que el Reactor 4 de Chernóbil explotó, matando directamente a 47 personas, muchos de ellos bomberos, y provocando el fallecimiento de otros 4.000 en los años siguientes. La explosión liberó 400 veces más material radiactivo a la atmósfera que la bomba atómica de Hiroshima.

Pero hay más cosas: Grossman encuentra una enorme instalación de radar de la Guerra Fría; localiza una planta de fabricación de bienes de consumo construida sobre un misterioso sótano que podría haber albergado un almacén de misiles... Así, el ingeniero estadounidense llega a la conclusión de que Chernóbil podría haber sido en realidad una planta de energía nuclear masiva que podría generar tanto energía para uso civil como plutonio para construir armas. ¿Puede ser posible entonces que la CIA saboteara la planta, introduciendo un virus en sus sistemas informáticos, sabiendo que tenía capacidad militar?