El documental Juego sucio expone las tres herramientas que pudo utilizar el equipo de Donald Trump para conseguir la victoria: la mentira, el ocultamiento y la manipulación. Medios independientes demuestran que mentir se convirtió en una estrategia política y que tan solo el 4% de las declaraciones de Trump en la campaña, fueron ciertas. "Esa falta de respeto por la verdad, que manifestaba Trump nos cogió por sorpresa a muchos periodistas, porque no estábamos acostumbrados", afirma una periodista de la revista 'The Atlantic'.
Además, detrás de las mentiras existió un apoyo financiero y mediático, empeñado en usar de forma secreta y masiva los datos digitales de los ciudadanos, cedidos involuntariamente con el uso del móvil o las redes sociales. Así, se enviaron mensajes denigrando al otro candidato, de espaldas a los medios de comunicación, ya que se utilizaban mensajes masivos privados.
