Una de las imágenes más desgarradoras del documental es ver a cuatro hombres que se aferran con todas sus fuerzas a los restos de un naufragio, en mar abierto. Poco después suenan disparos. Alguien les ha asesinado a sangre fría, uno a uno. Karsten Von Hoesslin está dispuesto a resolver el caso y para eso tendrá que adentrarse en las aguas de los océanos sin ley, donde reinan el tráfico de drogas y de personas, la pesca ilegal y la piratería.
"A los hombres que protestan, los arrojan al mar por la noche con las piernas atadas… Muchos se mueren así". "Los traficantes mataron a unas trescientas personas delante de mí". Estas son solo algunas de las declaraciones que se recogen en Piratas del océano.
Esta producción, que se estrena ahora en abierto en Mega, se acerca al lado desconocido de los océanos, un lugar sin ley que muchos delincuentes han sabido aprovechar. Más allá de las aguas territoriales, al margen de las leyes de los gobiernos, muchas de esas aguas cristalinas se han convertido en el refugio perfecto para criminales que operan con total impunidad.
