La primera temporada de esta serie de acción consta de cuatro episodios. Cada uno en las calles de una ciudad de EE.UU., desde Oakland hasta Chicago. Y la segunda temporada de Dope, que ahora estrena Netflix, mantiene los mismos ingredientes: armas, drogas, distinciones raciales…
Bajo la dirección de Ben Reid, caben las suspicacias de si se trata de escenas recreadas con actores o si son personas reales, en su sórdido ambiente habitual. En cualquier caso, eso es lo de menos para mostrar una realidad dura y peligrosa. La cifra de muertes por sobredosis en EE.UU. crece cada año y se ha convertido en un riesgo para la sociedad.