Salvados baja este domingo a las cloacas del Estado para reconstruir un atentado de los GAL. Jordi Évole entrevista a Rafael López Ocaña, uno de los autores del asesinato del dirigente de Herri Batasuna, Santiago Brouard, en 1984.
López Ocaña pasó doce años en prisión por este crimen. En la entrevista admite los hechos y cuenta con detalle todo el proceso que le llevó a acabar con la vida del dirigente abertzale: cómo le reclutaron, quién le encargó cometer el crimen, cómo prepararon y ejecutaron el atentado o quién financiaba la operación.
El expistolero de los GAL cuenta cómo entró con otro sicario en la consulta pediátrica de Brouard y le dispararon. “No sabía quién era, pero en las guerras esto es así; en la guerra la gente no sabe a quién mata”.
López Ocaña recuerda que en esa época “había un atentado de ETA casi todos los días” y que cuando aparecieron los GAL “mucha gente lo celebraba y creía que había que hacer algo”. Según su versión, el encargo de atentar contra Brouard vino del comandante de la guardia civil Rafael Masa, y está convencido que “el máximo responsable de la muerte de Brouard es el gobierno que había en ese momento”.
A pesar de asegurar que entonces se sintió orgulloso de pertenecer a los GAL, López Ocaña lamenta en la entrevista haber cometido aquel asesinato: “No hay cosa en la vida que lamente más que eso. Pero tienes que apechugar. Siento asco de lo que hice”.
