Tras la decepcionante fase previa la afición española espera que se note la 'mano de Hierro' y que el seleccionador haga los cambios necesarios para que el equipo funcione, empezando por él mismo, que debe dejar de pensar en que dirige a la selección de Lopetegui y convencerse de que debe hacer la suya. Sería la primera vez que nuestro combinado eliminará al anfitrión de un Mundial. A priori, si España juega como debe, es bastante superior, ya que los rusos cayeron casi ridiculizados ante Uruguay por 3-0 y se clasificaron gracias a que en su grupo tenían a Arabia Saudí y Egipto, dos de las selecciones más débiles del torneo.
Pero el partido va a jugarse también en la grada, donde los aficionados locales van a empujar y mucho a su selección. De que el ambiente sea un infierno se ha encargado la prensa local. Un periodista, durante una entrevista al defensa Ignashevich, despreció a nuestros jugadores con calificativos como 'El enterrador de Salah' para Sergio Ramos o 'delantero sucio y provocador' refiriéndose a Diego Costa, algo que roza el ridículo absoluto ya que los dos sólo han hecho dos faltas cada uno en lo que va de Mundial.
El Rey Felipe VI ha confirmado que estará el domingo en el palco apoyando a la selección, mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, asegura que verá el partido aunque no sabe si estará en el estadio.
