Me remonto a 1992. Escucho que Sakamoto va a participar en la ceremonia de inauguración de los JJ.OO. de Barcelona. Yo estaba enamorado de la B.S.O. de Feliz Navidad, Mr. Lawrence, que también protagonizó junto a David Bowie, y me emociono de pensar en ver una actuación suya por la tele. En aquellos tiempos salir por televisión significaba que eras alguien importante. El día de la ceremonia me pego a la pantalla, me trago los espectáculos, el ir y venir de banderas, los discursos más o menos emocionantes y trato de comprender qué es el espíritu olímpico, cosa que aún hoy sigo sin entender. Cuando llega el momento de la actuación del aún joven Ryuichi Sakamoto, subo el volumen, las cámaras hacen una panorámica del Estadio de Montjuic y TVE hace un corte para publicidad. Hoy día puedes encontrar su actuación en Youtube, en 1992 tenías que fastidiarte, porque a Sakamoto en España no le conocía el gran público.
De modo que nunca es tarde para conocer a uno de los grandes compositores contemporáneos. Autor de bandas sonoras tan fascinantes como la de El Renacido, Tacones Lejanos, de la que no se siente muy orgulloso, o El último Emperador, con la que ganó un Oscar. Sakamoto supera un cáncer de garganta diagnosticado en 2014. Apenas terminado el tratamiento arranca con la creación de un nuevo álbum, async, que publica en 2017 y que supone el leit motiv de este documental.
Ryuichi Sakamoto: Coda arranca en 2012, el mismo año del desastre nuclear de Fukushima, y muestra la modesta pero firme posición de Sakamoto frente a la energía nuclear y las armas. El documental le permite explicar su trabajo, la búsqueda constante del sonido perpetuo, su experiencia frente a la enfermedad...
Este año también podremos ver a Ryuichi Sakamoto en Barcelona, ya que es uno de los invitados de Sonar en 2018, el festival de electrónica y música avanzada que se celebra en la ciudad condal.
EE.UU., 2017. Director: Stephen Nomura Schible.
