Este verano se cumplen 30 años de un acontecimiento que ayudó a modernizar la imagen del deporte español

Ocurrió en 1988, durante un mes de julio en el que todo un país renunció a la siesta para engancharse al ciclismo. Era la sexta vez que Pedro Delgado peleaba por llegar a lo más alto del Tour de Francia, una prueba que llevaba años dándole la espalda. 30 años de amarillo es un viaje en primera persona a los lugares de aquel verano: las rampas de Alpe d’Huez; la proeza del Col du Tourmalet; el hotel de Burdeos donde todo estuvo a punto de saltar por los aires; los Campos Elíseos, donde por fin pudo levantar los brazos como campeón.

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De esta manera Delgado puso fin a la mala suerte en los años anteriores. Recordamos que tras su revelación en 1983, sorprendiendo a todos con su vertiginosa manera de descender. En el Tour del 84 se retiró por una caída. Al año siguiente quedó en 6ª posición. En 86 se retiró por la muerte de su madre. En 1987 solo pudo arrebatarle el maillot amarillo Stephen Roche, en una gran crono. De este modo Pedro Delgado llegó al Tour de 1988 en lo mejor de su carrera y consiguió exhibirse en los finales en alto con sus demarrajes incontestables.

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Ahora Pedro Delgado y Movistar+ recuerdan aquellos días y cómo vivió España este hito del deporte Español. Era el tercer español en ganar la ronda gala.

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