En 1969 Peter Collinson dirigió un filme de acción en el que Michael Caine organiza un atraco en Turín junto con su banda de ladrones que resulta hasta sencillo en comparación con la difícil tarea que se les presenta para sacar el botín del país, porque la policía y la mafia le pisan los talones. Como curiosidad, la película otorgó un especial protagonismo a los coches que emplearon en el rodaje, modelo Cooper de MINI, cuyas ventas se dispararon a partir de su estreno.
Con la llegada de los 2000 la nostalgia impregna el mundo cinematográfico y se extiende la tendencia del remake. Por ello, en 2003 F. Gary Gray se puso al frente de una nueva versión que contaría una historia del mismo perfil aunque con algún que otro cambio de localización, pero honrando a su predecesora en numerosas escenas.
En esta ocasión la banda de ladrones está liderada por un veterano (Donald Sutherland), que se propone llevar a cabo el golpe de sus vidas. El inteligente Charlie Croker ahora es Mark Wahlberg, quien planifica el robo de un camión lleno de oro en Venecia. La banda, formada por actores de la talla de Charlize Theron, Edward Norton o Jason Statham, es traicionada por uno de sus miembros y, para recuperar el botín, deciden dar un nuevo golpe. Eso supone introducirse en el sistema de control de tráfico de Los Ángeles, manipularlo y crear el mayor atasco de la historia. La frenética actividad de la banda es el gancho de esta película que consigue un relato trepidante que cumple, además, las espectativas de un filme de robos.
The Italian Job EE.UU., 2003. 104 min. Acción. Dir.: F. Gary Gray. Int.: Mark Wahlberg, Edward Norton, Charlize Theron, Seth Green, Jason Statham, Donald Sutherland.
