“Estoy en un grandísimo momento”, dice Edu Soto, que para la foto ha elegido un chaleco tejido por su novia, Eva Hurtado, un atuendo muy distinto al que luce en Víctor Ros, a la que se ha sumado esta segunda temporada.
¿Qué tal la experiencia?
Muy positiva. Entré por casting y Carles Francino me hizo sentir como en casa. Además, León Cavestany, mi personaje, es muy rico; su simpatía pone el contrapunto a la seriedad de Víctor Ros, y su chispa le hace sacar la sonrisa.
¿Lo más difícil?
Adaptarme a esta forma de trabajo. Lo que en teatro preparas durante mes y medio, aquí se concentra en un solo día de rodaje.
Y afrontas tu primer fijo.
Sí, aunque he hecho capitulares, la ficción se me resistía. Espero que vengan más y dar también el primer paso en el cine.
¿Te ha costado quitarte el sambenito de El Neng?
Muchos actores han pasado por eso; el guapo, el malo, el gracioso… pero si trabajas y eres perseverante, la gente te llama para otras cosas. Últimamente he abierto el abanico en teatro, con diversos registros en televisión, y quiero más. Y me ilusiona que el siguiente proyecto sea diferente al anterior.
¿Qué te ha aportado salir en Tu cara me suena?
Mucha felicidad por el buen rollo con los compañeros; la oportunidad de cantar, una de las cosas que más me gustan, y que la gente me reconozca por la calle.
¡Ahora preparas El árbol de los deseos!
Es un programa que hace realidad sueños de niños de 8 a 10 años, pero que no son para ellos, sino para sus padres, amigos…
¿Cuál es tu labor?
Visito colegios, conozco las peticiones de los alumnos ¡y hago de hada madrina! Luego, preparo con el equipo las sorpresas para los protagonistas de sus deseos.
¿Te imaginabas en un espacio así?
No. Uno nunca sabe qué le depara el destino. Me ha sorprendido y espero que cause el mismo efecto en los espectadores.
Lo más gratificante…
Disfrutar de la inocencia de los chavales; y de su sinceridad y espontaneidad que les hace impredecibles e incontrolables.
Debutaste en 80 cm (La 2). ¿Qué te aporta presentar?
Me siento a gusto y espero desenvolverme bien. Y agradezco mucho hacer cosas nuevas en mi carrera de artista.
Te afianzas en la pública, que cumple 60 años. El programa de tu vida es…
Heidi… Aunque suene ñoño, me atraía su vida feliz en la montaña; me hacía viajar. La gente que hace animación debería revisar las series de antes; si tengo hijos quiero que la vean, era sana y bonita.
¿Ahora qué ficciones ves?
Fíjate si soy friki en lo engancharme que estoy viendo por segunda vez Breaking Bad. Trato de no pillarme con muchas porque, además, me queda poco tiempo.
¿Tienes más proyectos?
Estoy de gira con la obra de teatro Incendios, donde hago de malo muy malo y aprendo con grandes como Nuria Espert, Ramón Barea… Y por fin voy a dar mi primer concierto con mi nuevo grupo, La Plan Renove Band, el jueves 8, en Málaga.
¿Qué estilo tienes?
Son 13 canciones mías, con reminiscencias a la música de nuestros padres: Carlos Cano, Raphael, tangos… pero con un toque moderno.
¿Y en tu tiempo de ocio?
Cuando acabe esta entrevista, me escaparé con mi chica a su tierra, Pedregalejo, en Málaga. Allí espero pasear, tomarme unos buenos espetos y estar con su familia.
