Enganchar al espectador con los misterios del cerebro como lo hizo con la Fórmula 1 es la nueva misión de Antonio Lobato en Desafía tu mente, vertiginoso programa de 20 minutos que llega como el arma de La 1 contra los partidos de la Eurocopa, con la idea de emitirse hasta el inicio de los Juegos Olímpicos (todas las claves y primeros invitados, aquí).
¿Cómo surgió?
Me llamaron mientras disfrutaba de mi buscado año sabático, pero la oferta de hacer la primera versión local de Brain Games, un espacio que se ve en 171 países me hizo interrumpirlo.
¿Qué te atrapó de él?
El reto de abordar un ámbito nuevo, el cerebro, combinando divulgación y entretenimiento. Y en la tele con la que crecí y con National Geographic, garantía de calidad.
¿A quién va dirigido?
Adaptamos el original, más sesudo, al público familiar, con humor y famosos. ¡Queremos que con los juegos que proponemos, los niños compitan con los padres y abuelos en sus casas!
¡Y cambias de registro!
Sí, no sabía nada del cerebro, pero igual que cuando llegué a la Fórmula 1. Entonces fui aprendiendo mientras se lo contaba al espectador. Se me da bien explicar lo difícil.
¿Qué has aprendido?
Que la mente nos engaña y nos hace ver cosas que no existen; que no le gusta hacer dos cosas a la vez y que, si entrenas, recuperas memoria; el móvil nos ha hecho vagos.
¿Qué tal los invitados?
Muy entregados con los juegos, pero preocupados de no quedar mal. Yo también los hago y pueden fustrarse.
¿Por qué Fernando Alonso es el ‘padrino’ como invitado del primer programa?
Hubo debate, pero nadie más mágico que ‘Magic’ Alonso para empezar. A él le encantó la idea porque le van mucho los retos. ¡Vais a ver cómo se pica!
Pasas del directo a un espacio grabado…
Llevo dos meses terribles, con jornadas muy largas, de 12 horas; los exteriores llevan mucho tiempo.
¿Añoras la Fórmula 1?
Solo a la gente con la que entablé amistad, y en algún momento, la adrenalina de la narración.
Tras haber triunfado, ¿te da miedo fracasar en esto?
No, valoro más la calidad y mi nivel de autoexigencia que la audiencia.
Dices que eres tímido y pasas al prime time…
Digo al equipo que me saque menos, pero no lo logro. Me cuesta la sobrexposición, pero tengo los pies en el suelo. No hago esto por engordar mi ego, sino para divertirme.
En noviembre dejaste la tele "para recuperar el tiempo perdido estos 13 años". ¿Lo has logrado?
Sí. He quedado con amigos, he hecho la Titan Desert (bicicleta de montaña) y me he volcado con la familia, sobre todo con mi hija de 16 años.
¿Seguirá tu oficio?
Sí, quiere ser periodista deportiva; le va el fútbol.
¿Qué dice tu primo Alejandro Heras Lobato de tu fichaje por su antigua casa?
Fue un gran reportero y mi referente. Estará alucinando por la aventura que he emprendido.
