Lejos de acomodarse en el éxito de Ahora Caigo o de su última película, Villaviciosa de al lado, Arturo Valls salta al vacío como productor en Los del túnel, comedia que él mismo protagoniza junto a Natalia de Molina (Bajo sospecha) sobre un grupo de personas que deciden conocerse mejor tras pasar 15 días atrapados en un túnel. Llega a los cines el viernes 20.
Es todo lo contrario a Pánico en el túnel.
Totalmente (risas). Nosotros nos planteamos qué pasa después de la catástrofe. Toni no es como Sylvester Stallone, sino el tonto del grupo.
Coincides con los guionistas de Camera Café.
Sí, el tono de la película es muy parecido. Lo que me gusta es que la comedia surge de los personajes y no de los chistes.
¿Cómo ha sido tu debut como productor?
Me temblaban las piernas. Grabación en pleno túnel de Guadarrama, extras, camiones, ambulancias… No podía ser más complicado, pero tambien un subidón.
Las críticas están siendo muy buenas.
Estamos abrumados. Se valora la novedad. Ahora solo falta que el público nos acompañe.
¿Prefieres comprar guiones que algo comercial?
Hay gente que se compra una casa y yo preferí llevarme un guión. En ese sentido soy muy poco caprichoso.
¿Tienes alguna manía para memorizar los guiones?
No tengo manías o rituales. Con un poco de tranquilidad me basta.
¿Eres duro contigo mismo?
Sí, pero no me fustigo. Me río de lo gracioso y también de mí mismo.
¿Cansado de tu faceta de presentador?
No, pero sí me gusta cambiar y no quedarme siempre en el mismo rol. La esencia del trabajo es la misma, porque presentar también significa interpretar un personaje.
¿Te sientes querido?
Si no fuera así hubiera sido imposible mantenerme durante 20 años. Pero imagino que habrá gente que no me soporta.
¿Cómo es Ninja Warrior, tu próximo programa?
Es un superformato con pruebas físicas muy difíciles. De pequeño quería ser comentarista deportivo, me gustaba ver a mis primos jugar al fútbol y yo comentaba los partidos. Empezamos en febrero a grabar y seguro que haré mucho el mono.
Un deseo para este 2017.
Que me quede como estoy y que la gente baje un poco su tono. No es necesario estar continuamente enfadado y mostrar rencor en las redes sociales.
