Tras haber ganado hasta cinco galas del concurso con la máxima puntuación, Blas Cantó se convirtió ayer, tanto por decisión del público como del jurado, en el primer finalista de la quinta edición de Tu cara me suena llevándose los 24 puntos por la interpretación de Anastacia y su tema Left Outside Alone.
¿Qué se siente al ser el primer finalista?
Mucha emoción. Siempre me he sentido muy querido por el público en el plató, pero ver que ese cariño traspasa la pantalla y llega a las casas es una sensación de satisfacción increíble. Lo valoro mucho porque podría no ser así.
Conseguiste levantar al público con tu imitación de Anastacia…
Fue emocionante, no se puede describir en palabras. En las distancias cortas no tengo problema para expresar todo lo que siento a la gente que me apoya, pero en la tele me da más vergüenza. Lo que más me gustó es ver cómo disfrutaban con mi actuación. Estoy muy contento de ver que pasan un buen rato y transmitirles cosas bonitas, porque para transmitir cosas feas siempre hay gente.
¿A qué te refieres? ¿Ha habido algún problema con alguien del equipo?
No, para nada. Me refiero a otro tipo de programas que se dedican a eso. El nuestro es para divertir y así lo vivo y lo disfruto. Es algo muy gratificante para nosotros. El mayor regalo es que nos vean y disfruten con nosotros. Hace tiempo que en España echaba de menos los formatos familiares.
Alguna ventaja tienes, ya que vienes del mundo de la música.
Sí, pero al fin y al cabo tengo que trabajar como todos. La verdadera diferencia la marcan Yolanda Ramos y Canco Rodríguez. Los demás todos cantan. Esther Arroyo ha cantado años atrás, y hasta Juan Muñoz. Yolanda en cambio nunca lo había hecho y era la primera vez que combinaba el humor con la música. Ese sí era un reto muy grande para ella.
¿A quién ves como rival más fuerte?
A Bea. En la última gala, sin ir más lejos, hizo una interpretación brutal. El parecido físico era increíble y los mismo su voz y actitud. Rosa también es increíble, además tiene unos fans muy fieles y pasionales. Ellos harían lo que fuera con tal de que llegara a lo más alto.
¿Pero crees que, independientemente de los fans, se lo merece?
Sí, porque todos trabajamos muchísimo. El público se queda con que tu actuación tenga algo que traspase la pantalla. Ya no tiene que ver tanto con el hacerlo bien o mal.
En la última gala la victoria estuvo muy reñida entre Beatriz Luengo y tú.
Sí, cuando empezaron con el recuento de los votos telefónicos para mí fue una agonía. Hubo un momento en que veía que me lo llevaba yo, pero fui prudente como me han enseñado en casa desde siempre. Es muy importante no crearse expectativas.
¿Con quién te gustaría llegar a la final?
Con Yolanda Ramos. Por afinidad, porque la amo y porque me hubiera gustado que el humor se hubiera premiado más.
¿Te ves como ganador?
Sinceramente no. Veo a Rosa como la gran ganadora por el tema de los fans. Es algo que entiendo y no me molesta.
¿Cuál fue tu reacción al verte como Anastacia?
Me impactó y me encantó. La caracterización era perfecta. Mi madre me mandó unas fotos que hizo con el móvil y aluciné. Se ve que mi abuelo de 70 años no se creía que fuera yo por más que insistieran.
¿Disfrutas con el tema de las caracterizaciones?
Muchísimo. Además, me involucro mucho y doy ideas. La cruz que llevé en la actuación se la había visto y no paré hasta conseguir una igual. Trabajar en equipo es imprescindible para que todo salga perfecto. Y, cuando a todo tu trabajo personal se le suma el trabajo del equipo de peluquería, maquillaje y vestuario, el resultado es increíble.
De todos los consejos que has recibido, ¿con cuál te quedas?
De Ángel Llàcer he aprendido muchas cosas. La más importante es que la televisión está para disfrutarla. Él me ha enseñado a relajarme y a pasarlo bien.
¿Por qué has elegido a Melendi para la siguiente gala?
El público me lo pidió y se lo debo todo a él. Si ellos lo quieren, yo se lo voy a dar. Además, me apetece pasármelo bien y él me transmite muy buen rollo.
