Son casi las once y media de la mañana y las calles medievales de Sigüenza, Guadalajara, reciben a Teleprograma.tv. En su castillo parador se ha levantado el plató del espacio Cero en Historia, del que Joaquín Reyes es conductor, o “profesor enrollao”, y Sara Escudero, José Juan Vaquero, Silvia Abril y Raúl Cimas, sus alumnos. Sobre la mesa del programa se intentan resolver anécdotas “verídicas”, como apunta Amparo Castellano, productora ejecutiva: “Muestra la otra cara de la Historia y todo lo que se ve es veraz, no hay guión”.
“El ambiente del programa es el mismo que el de unos amigos que se reúnen para jugar”, apunta Reyes al principio de la grabación. La dinámica del formato, basado en uno belga, busca acercar el pasado a la actualidad a base de preguntas sobre cuestiones que han de elucubrar sobre la marcha. Luego, un juez invitado, como Santi Millán, Elvira Lindo, Javier Cansado o Juanma López Iturriaga, repartirá puntos. Así, en pruebas como El fotomatón especularán la historia que encierra una fotografía, para provocar las carcajadas del público.
“Yo sé perfectamente que mi papel aquí es poner toda mi ignorancia supina al servicio de la risa de quien lo esté viendo”, dice Rául Cimas, al que sus compañeros consideran el empollón. La más gamberra es Silvia Abril (Tú si que sí), que de niña estudiaba el día antes del examen: “¡Aquí vale todo! Hay favoritismo, influencia en el jurado…”. Pero lo importante es entrenar al espectador para que sea un buen jugador de Trivial, como apunta Vaquero, guionista de El hormiguero: “Yo me he enterado hoy de que el actor Errol Flynn traficaba con esclavos y que tuvo una vida parecida a la de Charlie Sheen”. Más seria se pone Sara Escudero, a quien vimos en Sígueme el rollo, de Ten, al recordar su época de estudiante, cuando la biología era su asignatura preferida: “Con 14 años medía lo mismo que ahora, pero era la más alta de la clase”.
Entre las anécdotas que han generado más burla está la muerte del monje ruso Grigori Rasputín. “Se dice que su pene, de gran dimensión, está guardado en un bote como si fuera una salchicha”, ríe Cimas, y Reyes intenta explicar: “A ver, se dice que a Rasputín intentaron matarlo de todas las formas posibles, incluso envenenándolo con pasteles de cianuro que devoró con grandes cantidades de vino, pero nada… Al final fue muerto de cuatro tiros, y después tiraron su cadáver al río, que además estaba helado. El objetivo era ser discretos, pero se enteró todo el mundo”.
La grabación discurre con mucha improvisación, bromas y buen rollo. Para ello, el equipo del programa ha seleccionado los hechos históricos más curiosos y divertidos. “Porque la Historia no solo es aprenderse fechas y nombres. Creo que existe un prejuicio hacia la asignatura, y creo que la solución sería que en los colegios la enseñasen de otra manera”, dice Joaquín Reyes.
El concurso reparte, como puntos de premio, ejemplares de una enciclopedia. “Podrían dar muñecos de Felipe el Hermoso, Isabel la Católica o uno de un troll, que perfectamente podría pasar por Juana la Loca. Podría ser, ¿no?”, exclama Sara Escudero. “Lo cierto es que al tratarse de un tomo estamos todos muy relajados. Si se tratara de un coche, ya veríamos…”, opina Vaquero.
Reyes, que presume de proceder de una familia de profesores, sí está contento con el obsequio que se llevan sus colaboradores: “A mí me gusta y me parece algo muy punk. No deja de ser una cosa analógica a la que acudíamos todos los críos cuando teníamos que hacer un trabajo para el cole”.
SANTI MILLÁN, INVITADO CON TALENTO
Tras la escritora Elvira Lindo, invitada en el primer programa, uno de los próximos será el presentador de Got Talent, que se pondrá a prueba como juez de las pruebas. “Elvira lo tuvo realmente difícil porque fue quien desvirgó el programa, con muy buen criterio”, opina Silvia.
