Nacidos el 28 de abril de 1978 en Vancouver, Canadá, Jonathan y Drew Scott aprendieron a realizar cualquier obra doméstica en la granja de la familia. Y aunque también se interesaron por el teatro y el kárate, los Scott se revelaron pronto como manitas y genios del marketing. Tenían solo 18 años cuando se compraron su primera casa y la reformaron para venderla. Ganaron 50.000 dólares.
Ese pequeño éxito los llevó a montar una agencia inmobiliaria, profesión que compaginaron con la televisión, donde lograron el éxito simplemente trasladando a la pantalla los casos de su día a día en dos espacios La casa de mis sueños y Vender para comprar.
Ahora, mientras la primera alcanza su novena temporada, la segunda ya ha llegado a la cuarta. Ambas, en Divinity los sábados por la tarde.
En los nuevos episodios de Vender para comprar, los gemelos asesorarán a propietarios en la bahía de Hudson, en Canadá. Rob y Julie, una pareja que lleva diez años junto al lago y que ahora quieren dar un giro a su vida buscando un hogar más grande abren la nueva tanda.
En La casa de mis sueños, Drew busca y compra mientras Jonathan las reforma en tiempo récord. En el primer programa, María y Dave, que llevan residiendo en en un hotel con sus dos hijos, requieren la ayuda de los Scott para que les consigan una casa en una zona residencial.