Ya son nueve ediciones entre La voz y la versión infantil, pero Jesús Vázquez está enamorado del formato. El presentador, que también está al frente de Me lo dices o me lo cantas (reportaje sobre el programa, aquí), analiza las novedades.

¿Esperabas que el programa durase tantos años?
Por muy avalado que venga el proyecto internacionalmente, siempre tienes tus dudas, pero es el formato perfecto. Después de tantos años aún seguimos siendo líderes.

¿Cómo ves a los nuevos?
Juanes es un tipo estupendo y discreto. Es un artista internacional y muchos concursantes se van con él. Con Pablo López me une una relación personal desde que le vi nacer en OT 2008. Saqué mucho la cara por él ante Risto y verle sentado en el sillón del mejor programa de la televisión me pone los pelos de punta.

¿Te sorprende que aún sigan saliendo talentos desconocidos?
Me flipa. Hay personas que necesitan su proceso y tienen que ver mucho el programa para convencerse. Ojalá quede mucho talento escondido por ahí.

¿En qué ha cambiado Jesús Vázquez antes y después de La voz?
Soy más viejo, con más experiencia y sudo menos. Pero el día que deje de sudar, me retiro, porque los nervios son ilusión.

¿Te apetecería presentar un formato que no fuera de música?
Lo puedo hacer, pero ya he advertido que de aquí no me echan ni con agua caliente. La voz me lleva seis meses y a mi edad necesito tres de vacaciones. Los otros tres hago lo que me pidan (risas).

En otoño llega OT.
Significó mucho para mí. Solo espero que no coincidamos, sería muy cruel y yo tendría el corazón partido.