Aunque su sueño era ser actriz, no puede ocultar su orgullo de llevar 17 años en televisión. María Patiño, que presenta Socialité y será la sustituta de Jorge Javier Vázquez en Sálvame, encara otro verano como la reina de Telecinco segura de sí misma y sin esquivar ninguno de los temas por los que ha sido noticia las última semanas, como el fallido debut de su programa o su cambio de imagen.
¿Cómo fue el estreno de Socialité?
Yo me he sentido bien y lo he afrontado como una nueva experiencia en mi carrera profesional. En plan positivo, me di cuenta que tenia capacidad para solventarlos, y me sentí a gusto y no tuve pánico escénico cuando surgieron los fallos técnicos.
¿Ibas con esa actitud?
Es que es distinto presentar un programa que ser colaboradora. Es una dinámica distinta. Luego me di cuenta que esto es como montar en bicicleta o entrenar. Yo creo que el equipo estaba más nerviosa que yo.
Pero tú estás muy curtida en el mundo de la televisión…
Pues sí, son muchos años, pero en un programa en directo nunca sabes lo que puede llegar a ocurrir. Llevar 18 años en televisión te tiene que servir de algo.
¿Y qué vas a aportar de nuevo como presentadora?
Si me lo permiten, iré mostrando más mi personalidad. El público no me identifica sino me implico. Haremos una editorial muy mía, con independencia de que estén de acuerdo o no. Y el programa va a ir evolucionando, esa es la idea.
¿Era el momento de tener tu programa propio?
Pues no lo sé. Es el momento en el que me lo han ofrecido, y ni me lo pensé. La mochila de la experiencia no me la va a quitar nunca. Yo siempre sumo, no resto. Esta es una profesión de ida y vuelta, y lo que más miedo me da es no tener trabajo. Me gusta mucho lo que hago. He tenido mucha suerte y me considero una mujer afortunada.
¿Te vas a quedar sin vacaciones?
Ha surgido hace poco. Me fui unos días a la república dominicana sin saber que me saldría este proyecto. Lo mismo me escapo dos semanas en agosto.
¿Cuáles van a ser los personaje del verano?
La familia Pantoja, María Teresa Campos y Toño y Belén, que aún no ha terminado, y otros que vayan surgiendo, como el de Ángel Garó.
¿Y tus favoritos?
No tengo, como idolos. A mí me gustan las historias que tengan trama. Me encantó el caso Malaya, que tenía todo tipo de ingredientes.
Eres una mujer directa y sincera.
En mi entorno me dicen que a veces voy de predicadora. Lo que siempre digo es que no soy capaz de defender algo que no crea que es cierto. Yo siempre digo lo que pienso, aunque no me favorezca.
¿Qué opinas de los personajes que van a Sálvame a hacer caja?
Me las tomo como son. Hay que gente que viene a contar historias reales, a abrirse en canal, y hay quien no, pero eso forma parte de la vida. Hay personas que no me gustan. Hay veces que me indigno y otras veces me provoca indiferencia. He aprendido a relajarme ante ciertos asuntos.
La televisión parece tu hábitat natural. ¿Te gustaría hacer otros proyectos?
Desde niña me encantaba, pero no he sido periodista vocacional, de hecho yo quería ser actriz, pero por circunstancias estudié esa carrera. Lo que me parecía alucinante de la televisión es que cualquier persona que sale se la escucha. Y todavía sigo teniendo un punto de ingenuidad, demasiado infantil, porque todavía no le he cogido el truco de la tele. Tiene una parte de magia y una parte que no lo es. Yo creo en lo que hago.
¿Qué cosas nuevas vamos a descubrir de María Patiño en televisión?
Pues yo me he descubierto con más templanza de la que creía, algo que me ha gustado mucho, pero eso no lo capta el espectador. Estaba tan tranquila que no daba crédito. Yo misma me voy redescubriendo. Yo no planifico nada.
¿Y tú qué televisión ves?
Yo soy de ver mi programa, para ver qué hemos hecho para no repetirlo. Después tengo un problema con las series. Soy muy inquieta y me aburro bastante. Me cuesta trabajo sentarme y estar atenta a la pantalla. Mi pareja y yo hemos estado enganchados a Homeland, que me ha encantado. Por la mañana no suelo estar en casa, y por la noche me acuesto entre 11 y 11.30. Sin descanso luego no se rinde.
Te has hecho un cambio de look.
¿Te refieres al pecho? Yo no me he hecho nada en la cara. Durante muchos años no me preocupé de mi imagen. Soy coqueta, pero no en extremo. A medida que he cumplido años, he tenido más tiempo porque me lo ha permitido mi profesión, para estar mejor. Hace cuatro años me arreglé la nariz, y este año me aumenté de volumen de pecho, no de talla. No tenía complejos con ninguna de las dos cosas, y me he lanzado cuando encontré al médico adecuado, porque yo tenía mucho pánico a las operaciones.
¿Te sientes satisfecha con la mejora?
Sí, pero ya me he habituado y no noto mucho el cambio. Ahora me veo mucho mejor que cuando era más joven. Con los años van consiguiendo tu estilo. Las mujeres de hoy de 40 o 50 son las 30 de antes.
