Después de tres meses en Honduras, la periodista ya está en Madrid. Sin maquillaje y cansada del viaje, Lara Álvarez atendió a los medios que le esperaban en el Aeropuerto Adolfo Suárez de la capital. Sin embargo, no ha dado ninguna pista de su continuidad al frente de Supervivientes.

Las dudas surgieron durante la última conexión en directo con la isla antes de la final. La presentadora, visiblemente emocionada, dio su tradicional discurso antes de apagar las luces de la Palapa y sus palabras causaron una auténtica revolución en las redes sociales. “Es difícil, muy difícil, pero tenemos que afrontar el camino al cambio, el que el destino quiera, pero para poder hacerlo antes tenemos que apagar La Palapa. Pero no afrontamos este cambio con pena. ¡Qué va! Lo afrontamos con toda la alegría del mundo, con la alegría de saber que el futuro está lleno de ellos, de la gente que hace posible que este programa se convierta en una aventura año tras año”.

La polémica está servida. Hay quien asegura que Lara se estaba despidiendo del formato porque sabía que no iba a volver a presentarlo. Y también hay quien opina que estaba diciendo adiós a la zona de Honduras donde se graba el programa, ya que el equipo tiene previsto encontrar una nueva localización para la próxima edición. Según ha podido saber Teleprograma.tv, este año ya se barajó la posibilidad de trasladar el reality a otro lugar. Sin embargo, finalmente se desechó esa opción ya que los cayos donde se graba el programa (y no solo la versión española) se han convertido prácticamente en un plató que se adapta perfectamente a las complicadas exigencias de producción.

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