Paola, sobrina de las 'Azúcar Moreno', en First Dates: "Me gustan los empotradores"

Con 'First Dates' estamos, muchas veces, curados de espanto: en algunas ocasiones aparece un concursante en busca del amor real, mientras que otros solo buscan dar espectáculo... y otras veces encontramos la mezcla perfecta entre ambos. Es lo que le ocurrió a Paola, una joven de 18 años que se definió como "gitana moderna" ¡y sobrina de las Azúcar Moreno!

Ella misma dijo no tener el arte de sus tías, Encarni Salazar y Toñi Salazar, pero "he heredado otras cosas", aclaró. Desde luego, una de ellas es la sensualidad, porque su paso por el programa hizo reventar más de un termómetro...

Nada más llegar le echó el ojo a Matías Roure, barman del programa... y novio de Lidia Torrent, camarera del espacio. Eso sí, él muy caballeroso, trató de apartar la mirada de la chica y ponerse raudo y veloz a prepararle un mojito...

"Los chicos se fijan mi boca, no en mis tetas" o "soy yo la que le tira la caña a los chicos. Empiezo a perrear y vienen" fueron sólo algunas de las perlas más 'light' de la noche...

A pesar de tener sólo 18 años, Paola ttiene muy claro lo que busca en un chico: "Me gustan mayores de cabeza, pero que dentro de ellos haya un niño travieso", expresó... y, como no podía ser de otra manera, aquel que se le acerque tiene que ser tan sexual como ella: "Sólo me han tocado tristes [...]. Me gustan los empotradores", soltó.

El chico que llegó para encontrar lo mejor del interior de Paola fue Miguel, DJ y cantante de profesión. Un punto en común con Paola, ya que ella trabaja como camarera en una discoteca: "Igual hasta hemos coincidido", le dijo él, aunque se negó a decirle dónde había pinchado. ¡Lástima!

"Las mujeres se cansan de mí. Yo las quiero mucho y les doy mucho amor... pero estoy todo el día rodeado de culos. Es complicado", avanzó él en su vídeo de presentación.

La sorpresa de la noche fue que las parejas no podían verse: sólo hablar y tocarse, y ambas cosas fueron las que hicieron Paola y Miguel... sobre todo esta última: las manos, los brazos, la cara... y hasta la boca: "Si subo más me cortas la mano, ¿no?", se aventuró él mientras subía por su brazo. "No, no... toca, toca", le dejó ella.

Tras preguntarle la talla de pecho a Paola, y ésta querer saber si besaba con lengua o sin ella, ambos se levantaron de sus asientos para darse nada menos que un piquito... ¡sin haberse visto siquiera!

Tras esto, Paola soltó lo evidente: "Yo es que soy muy erótica, ¿y tú?", le dijo a Miguel, que empezó a reírse. "Yo también. Salvaje...", respondió, algo con lo que Paola parecía encantada tras asegurar: "Me gustan los empotradores porque me gusta que en la cama me den caña. Igual que se la doy yo a ellos, pues que me den el triple".

Al parecer, la cosa marchó estupendamente, ya que acabaron bailando en privado y besándose apasionadamente, dejando claro que una segunda cita estaría al caer... pero quizá ya fuera de cámaras... ¡y en horario restringido!

"A mí me gusta que los hombres me cojan de la cara, me abran la boca y me den besitos", afirmó Paola, muy sensual, ante la cámara. Relación no sabemos (ella aún no había tenido ninguna, "sólo rollos"), pero está claro que química entre ellos había.