Cocina, cambios de look, descubrimiento de talentos musicales, búsqueda de la casa ideal y de pareja y, ahora, la costura . Todo es posible en la pequeña pantalla. TVE, junto a la productora Shine Iberia (Masterchef) acaba de poner en marcha el concurso Maestros de la costura, en el que se buscará al mejor diseñador de España. Al frente, la presentadora Raquel Sánchez Silva, muy vinculada al mundo de la moda, y como jurado, tres grandes modistos de fama nacional e internacional: Lorenzo Caprile, que tiene como clientas a miembros de la realeza española; María Escoté, cuya ropa ya han lucido Miley Cyrus y Katy Perry, y Palomo Spain, cuyos modelos ha vestido Beyoncé.
El formato está basado en The Great British Sewing Bee, un éxito internacional surgido en el Reino Unido, donde la BBC ha emitido cuatro temporadas y que ya se ha visto en Francia, Alemania, Noruega, Dinamarca y Suecia, renovándose por una segunda temporada en todos los países. De hecho, el sábado 28 se estrena en Portugal este mismo formato, producido también por Shine, que intentará descubrir el mejor costurero del país luso.
El casting en España se ha realizado en cuatro ciudades: Barcelona, Valencia, Sevilla y Madrid, superando a los aspirantes británicos, que llegaron a 3.000. En nuestro país, la cifra ha superado las 10.000 personas interesadas en participar en este talent show. “Nos ha sorprendido la respuesta de la gente, No sabíamos que había tanto interés por la costura”, comenta Esther González, directora de casting de la productora, que atribuye esta masiva presentación a dos cosas: “La serie El tiempo entre costuras y una máquina de coser low cost que se vendía en Lidl hace un tiempo y que la gente compró de manera masiva. Esto es algo que muchas personas han repetido en su vídeos de presentación para el casting”.
Tras una primera selección entre los vídeos presentados, se convocó a los restantes aspirantes en la ciudades elegidas. Cada uno de ellos debía de llevar una prenda elaborada por él o ella, que han evaluadado, a través de una nota, un grupo de expertos: Ana Ortiz, Mercedes Carvajal y Paco Muñoz. Ana, que se ha formado junto a Jesús del Pozo o Devota & Lomba y que ahora tiene taller propio, ha disfrutado especialmente con la experiencia. “Es maravilloso comprobar la afición que hay en España con la costura. Cada persona te trae una cosa nueva y, lo mejor, es que nos han transmido su pasión. Nos fijamos en cómo van vestidos, en su estilo, en el corte de la ropa que han cosido, en la manera de explicarse y en que quieran tirar hacia arriba y llegar a ser grandes diseñadores”.
Algo que también ha buscado Esther González y su equipo en el casting para el programa. “Nos interesa la destreza y creatividad en los concursantes. La técnica es algo que se puede ir adquiriendo poco a poco, pero si tienen que tener una base. Y fundamental: el amor por lo que hacen, que les brillen los ojos y que quieran dedicarse a diseñar y a coser toda la vida”.
Y la afluencia ha sido tan masiva como variada. Allí donde han hecho los casting ha predominado el floclore de la tierra. “Como en Sevilla, que había mucho volante, o en Valencia, muchos trajes dedicados a las Fallas. Pero nos hemos encontrado desde señoras mayores a gente joven, autodidacta o que estudia en una escuela de diseño, o personas que vestían a las imágenes de las vírgenes…”, aclara Esther González, que asegura tener un as en la maga con este programa: “Nuestra baza es que somos los primeros en apostar por este formato, los pioneros de Maestros de la costura, y todas las primeras veces son especiales”.
Entre los candidatos, cada uno de ellos apuesta por distintos estilos. Desde los clásicos, como el joven y elegante Marcelino, hasta los vestidos de fiesta y red carpet de Maikoll, que nació en Honduras, pasando por la ropa de Mariana, una dulce madre que viste a sus hijos y que se ha presentado al concurso para aprender, como el resto de sus compañeros, o Ángel, un chico peculiar de aspecto peculiar, de pelo de punta y llamativo percing en la nariz, que apuesta por diseñar disfraces y que cose en su casa y en el metro, mientras se desplaza por la ciudad.
Los 12 elegidos saldrán de las 20 o 25 personas que hayan destacado en todos los casting, de los mejores, que tendrán que demostrar en televisión, con pruebas variadas, su destreza con la aguja, la tela, la tijera o la máquina de coser. Y como puntualiza Ana Ortiz: “La mejor manera de comprobar que una persona sabe coser y del oficio es que ponga bien una cremallera y que se suba y baje sin ningún problema”.
