Reconoce que tiene “fama de peleona” pero está dispuesta a convertirse en el miembro más justo del jurado de Operación Triunfo 2017. “Si a un chaval le dices algo de malas maneras, puedes hundirle”, reconoce Mónica Naranjo. La cantante nos cuenta cómo se enfrenta al esperado regreso del programa de La 1 y en qué ocupa su tiempo libre ahora que su hijo se ha independizado: “Ya no hago tanta tortilla de patata”.

¿Te sorprendió la vuelta de Operación Triunfo?
Tinet Rovira, el responsable de este programa y de Tu cara me suena, siempre ha dicho que OT estaba dormido y mira, aquí estamos. Tinet lo ha despertado.

¿En qué se diferencia de otros programas de música?
La veteranía y que es un reality, en el que se ven a los concursantes las 24 horas al día: cómo aprenden, cómo ensayan y cómo reaccionan antes distintas situaciones. Y, ojo, no es lo mismo el directo que el grabado, son técnicas distintas. Yo siempre prefiero el directo.

La crisis agudiza el ingenio. ¿Hay mejores músicos ahora que cuando empezó el programa?
Los artistas de ahora tienen muchos más recursos que los de hace 15 años. En España nos sale el arte por las orejas y vamos a ver mucho talento.

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¿Algún consejo a los concursantes?
Que tengan claro que esta profesión requiere mucha paciencia, mucha perseverancia y mucho trabajo.

¿Vas a ser muy dura como jurado?
Hay gente que lo dice, pero yo no lo creo. Lo que intento es ser lo más justa posible y que gane el mejor. Al fin y al cabo, el ganador se llevará cien mil euros.

¿Crees que las críticas deben ser siempre constructivas?
Por supuesto. Si a un chaval le dices algo de malas maneras, puedes hundirle. Los artistas somos muy vulnerables y las críticas nos afectan mucho. Yo tengo 25 años de experiencia, pero un chico que pisa por primera vez un escenario sólo puede aspirar a aprender, coger tablas y que, cuando se vaya del concurso, si no ha ganado, recuerde su paso por OT como una bonita experiencia.

Pero no deja de ser un concurso de televisión…
Sí, es cierto. Por eso, ser perverso en esas circunstancias no conduce a nada.

¿Es una responsabilidad para ti?
Yo siempre me preparo mucho todos los programas en los que participo. Miro y reviso los vídeos que me envían y cómo se va desarrollando todo. Nunca improviso porque creo más en el trabajo del día a día y bien hecho.

¿Cómo recuerdas el primer Operación Triunfo?
Yo entonces vivía en México y no puedo opinar porque no lo viví en directo. Evidentemente, desde que me llamaron para ser jurado en el programa, he visto todas las ediciones.

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Si empezaras ahora, ¿te presentarías al concurso?
Por supuesto. La situación de los cantantes ha cambiado muchísimo. Yo vengo de la generación de la edad dorada de la música en la que la mayoría de cantantes podía vivir de su trabajo. Ahora, las discográficas hacen contratos leoninos y, cuando invierten en algo, saben muy bien en qué lo hacen. Yo siempre tuve buena relación con mi casa discográfica, pero he discutido mucho. Tengo fama de peleona.

¿Y te gustaría que el ganador de esta nueva temporada de Operación Triunfo fuera de nuevo a Eurovisión?
Sólo si él o ella quiere. Yo siempre estoy a favor de obra. Pero también puede ir otro concursante que no sea el ganador.

No te veo especialmente entusiasmada con el festival…
Mucha gente me ha dicho que me ve representando a España, pero nunca me ha entusiasmado esa idea. Eso no quita que respete la decisión de un concursante que quiera presentarse.

¿Influye en tu carrera musical que salgas en televisión?
Influye para bien. El público siempre ha sido muy cariñoso conmigo y estoy agradecida. Pero tengo que decir que, sobre todo, está mi vida privada, mi familia. Tengo un hijo precioso de 25 años, que se acaba de ir de casa y que no lo cambiaría por nada. La verdad es que llevo muy mal su independencia (risas).

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¿Qué le debes a tu marido, Óscar Tarruella, como mánager?
Si Óscar no estuviera aquí conmigo, creo que tampoco estaría yo en estos momentos. Con eso te lo digo todo. La vida de un artista es muy solitaria y, si no tienes bien asentado el pilar sentimental, mal vamos porque todo se derrumba. Siempre les digo a mis compañeros que es muy importante tener la faceta familiar sólida porque nuestra carrera es de largo recorrido. Cuando me paso varios meses trabajando fuera de España, sé que vuelvo a mi casa y mi familia me está esperando.

¿Tienes nuevos proyectos?
Soy una persona inquieta y siempre ando metida en cosas. Y, después de que mi hijo se fuera de casa, más todavía (risas). Tengo más tiempo libre, con lo cual no hago tanta tortilla de patata. Ahora me dedico a cosas que me movilizan por algo. Sé que soy una privilegiada, pero así es. Estoy trabajando en un nuevo disco y también en una serie de documentales.