Tras devolver el testigo a su jefe Ferreras, Cristina Pardo afronta un inicio de curso lleno de novedades y responsabilidad: acaba de debutar en El hormiguero y prepara un nuevo espacio para La Sexta. Hablamos con ella sobre su nueva y apasionante etapa.
¿Qué balance haces de tu quinto verano?
Ha sido muy intenso porque han sucedido muchas cosas y desagradables: el suicidio de Blesa, la redada en la Federación de Fútbol… y sobre todo el atentado en Barcelona.
¿Dónde te pilló?
Acababa de llegar a casa. Me llamó un compañero, enseguida puse la radio y Más vale tarde, y me fui a la tele para el especial de la noche. Me acosté a las dos, y a las seis en pie.
Se cambiaron los papeles; tu jefe Ferreras estuvo en La Rambla como reportero.
Que él o Mamen Mendizábal estuvieran allí era un plus para la cobertura.
¿Te habría gustado ir a ti?
Claro; me encanta estar en la calle y contar lo que veo, pero también estar en plató, decidiendo y estableciendo prioridades.
¿Hubo sobreinformación?
Contamos solo lo que tenía confirmación oficial de los Mossos o de los expertos en Investigación y Tribunales de la cadena.
¡Investigación polémica!
Sí, pero la enfocamos con ánimo constructivo; viendo lo que ha ocurrido para que no se repita y seamos menos vulnerables al terrorismo yihadista.
Lo de trabajar en verano…
Todo son ventajas: un reto por el tipo de programa y por la persona a la que sustituyo, y una gran oportunidad que además me ha abierto muchas puertas.
Fichas por El hormiguero y retomas Malas compañías. ¿Más proyectos?
Sí, tengo un programa a la vista, y veremos con qué es compatible.
Todo política. ¿Cansada?
Un poco sí, pero al final es de lo que sé y me gusta seguir en ella, enfocándola de manera desenfadada.
¿Hemos perdido una gran periodista deportiva?
No; quise serlo porque me gustaba José María García. Él me dio mi primera oportunidad, la que ha hecho posible todo lo demás.
¿Y Antonio García Ferreras?
Le debo la oportunidad más grande, y trabajar con una persona a la que admiras y de la que aprendes todos los días es un lujo.
Desde el 5 de julio, 40 años.
Lo llevo bien y mentalmente me siento bastante más joven que esa cifra.
LA REPORTERA SE INDEPENDIZA
Lleva cinco años en Al rojo vivo como reportera, y dirige y modera su caliente mesa de actualidad cuando libra su jefe: “Mi misión es que no echen de menos a alguien con tanta personalidad”. En abril debutó en solitario con Malas compañías, producción de Évole, de la que prepara nuevas entregas; acaba de arrancar en El hormiguero y estrenará programa, este aún por definir.
