Confirmados ya todos los concursantes, Gemma Mengual, Topacio Fresh, Pablo Ibáñez, Manu Sánchez, Amelia Bono, Patry Jordán, Javier Hernanz, Pelayo Díaz, Rossy de Palma, Merche, Fernando Guillén Cuervo y David Bustamante, charlamos con su presentador Roberto Leal.
¿Contento con tu nuevo programa?
Sí, ya se está cocinando. Tengo muy poca información, pero sé que se rodará en Terrasa (Barcelona) justo al lado del plató de OT;ojalá tengamos suerte y sea tan bonito. Había mucho cariño puesto en el casting que desconozco, lo que me provoca no miedo, pero sí incertidumbre. Tengo muchísima curiosidad por saber quiénes son. Esta semana grabo la promo y supongo que a partir de la semana que viene empezará a salir.
¿Cómo te llevas con tu compañera Rocío?
No la conozco todavía, pero todo el mundo me habla maravillas de ella. Tenemos amigos en común y me dicen que nos llevaremos genial, que ella es un encanto. La conoceré esta semana porque grabaremos juntos la promo.
¿Te veremos moviendo las caderas sobre el escenario?
Sí, soy muy de bailar, me encanta bailar. No bailo bien ni soy un profesional, como el caso de Rocío, que sí lo es. Me apetece mucho el programa y voy a bailar lo que me pongan. No sé qué pasará ni que me propondrán, la directora después de haberme visto en OT ya sabe que no muevo mal las caderas, a ver cuándo me meta en un baile estricto y clásico, ya veremos lo que hago...
¿Pesa mucho que os vayan a comparar con ¡Mira quién baila!?
Al final todo el mundo se piensa que es el MQB, porque es cierto que es el formato original de donde nace el MQB, que es una adaptación. A mí no me importa, hay diferencias clave, pero al final son famosos que bailan con profesionales que van eliminando cada semana.
¿Sabes qué rol tendréis cada uno de los presentadores?
No, he estado mirando otras versiones como la colombiana, la italiana, y el chico y la chica van muy de la mano. Y en otras versiones, uno está en el backstage y ella delante con el jurado o al revés. No sé cómo lo repartiremos.
Te estás convirtiendo en el presentador de moda como lo ha sido Jesús Vázquez.
Yo no quiero ser el presentador de moda, quiero ser un presentador de armario que aguante mucho y que dure unos añitos. Está claro que es un buen momento y quiero aprovecharlo, pero con sentido común.
Dentro de 15 días te vas a Portugal con Amaia y Alfred. ¿Cómo crees que quedarán?
Creo que van a disfrutar mucho y lo van a hacer muy bien porque están gustando mucho con las previas allí donde van. No me creo las estadísticas y tampoco quiero pensar en qué posición quedarán, sólo quiero que queden contentos y si es así, nos harán disfrutar a los demás.
¿Has hablado con ellos? ¿Cómo están?
Con muchas ganas de que llegue ya el día.
¿Cómo se presenta el verano?
Lo único que quiero es descansar, quiero que sean unas vacaciones de verdad y poder desconectar del teléfono y de las redes sociales como hacen algunos amigos míos. Con mi mujer y con la peque, no nos hace falta irnos muy lejos, yo con irme a Cádiz tengo suficiente. Quiero apagar el móvil y conectarlo por la tarde para poder llamar a mi madre. Eso es descanso real.
¿Felices con la paternidad?
Los dos lo estamos, pero era yo el que siempre quiso más ser padre desde un principio. Ella siempre quiso, pero teníamos que buscar el momento. Yo tenía más ganas porque soy más mayor. Lo nuestro fue una decisión mutua. Nadie presionó.
¿Qué balance hace de estos nueve meses?
Muy feliz. Conciliando y organizándome con mi mujer. Por la mañana hasta el mediodía estoy yo con ella y luego cuando yo voy al trabajo está ella. Mis suegros también nos están echando una mano muy importante. La niña cada vez es más bonita, muy sonriente, ya no es un bebé, ya es una personita. Ahora, cuando lleguen proyectos nuevos también habrá que ir adaptándolos al calendario y ya está.
¿Cómo es Lola?
Duerme poquito, pero es muy simpática, risueña, ya veremos a quien sale porque no le encuentro todavía ningún parecido. Es muy bonita.
¿Duermes poco?
Sí, ¿se me nota? (risas).
¿Cómo lo harás cuando llegué Bailando con las estrellas?
Encajarlo como podamos, no nos queda otra.
