La presentadora gallega volverá a estar al frente de la nueva edición de Fama, a bailar (Movistar+), cuyos primeros castings para seleccionar a los nuevos concursantes del programa empezaron este lunes en Barcelona y se extenderán por otras ciudades españolas hasta el próximo 3 de enero. Aún en fase de recuperación de su reciente operación de menisco, hemos podido charlar con ella para que nos hable de sus sensaciones al frente del programa. Pero también de su rodilla, de maternidad y de feminismo. Y siempre con su permanente positivismo como principal seña de identidad.
Arrancan los castings en Barcelona…
En esta ciudad hay un público muy volcado en el baile y la danza. Tenemos muchos profesores que vienen de Barcelona e incluso la ganadora de la edición anterior, Wondy, es catalana. Es una gran cantera de nuevos formatos de baile, es innovador.
¿Cómo afrontas esta nueva edición del programa?
Con muchas ganas, ilusión y alegría porque llevamos esperando bastante tiempo. Y sobre todo con la esperanza de volver a encontrar tanto talento como en la primera edición.
¿No crees que las dos ediciones han venido muy seguidas?
¡Para nada! Yo echo de menos a todo el equipo y estoy deseando que arranque cuanto antes. Fama sigue siendo un buque insignia pero que no ha dejado de crecer. A pesar de los años de parón el engranaje ha funcionado de maravilla.
¿Estarás totalmente recuperada de tu operación de rodilla para el estreno?
Lo he superado muy rápidamente. Me he operado con tiempo para poder estar totalmente recuperada para cuando comenzara el programa. Estoy con la rehabilitación y ya camino con normalidad. Creo que si me ponen un tema para balar me animaría (risas).
¿Te veremos bailar?
No creo, pero confieso que no hay baile que se me resista… detrás de las cámaras. Delante ya es otra cosa.
¿Cuál se te da mejor?
¡Ninguno! Yo disfruto viendo a los concursantes bailar.
¿Qué diferencias observas entre los jóvenes de las primeras ediciones y las actuales?
Las inquietudes que tienes lo participantes actuales no tiene nada que ver con los que se presentaron hace diez años. Ahora vienen preparadísimos, muy informados por las redes sociales. Se forman fuera, vienen de todas partes del mundo. Este año más que nunca se ha hablado de danza, no de baile.
¿Echarás de menos a Igor Yebra?
¡Muchísimo! Aunque seguiré sus éxitos desde la distancia. Es una pena no poder tenerlo cerca y disfrutarlo más, pero hay un gran equipo de profesores actualmente que va a hacer brillar al equipo.
El formato visual del programa es muy innovador. Cuenta…
Es la primera vez que se utilizan cámaras de cine en directo. Hemos estado incluso nominados a algún premio internacional por este tipo de entretenimiento al que a mí me gusta llamar Gourmet porque, al fin y al cabo, es televisión destinada a un publico al que le gusta la calidad. Pero, sobre todo, de lo que más orgullosa me siento es de que es un programa muy feminista.
¿A qué te refieres?
Hasta ahora la directora, realizadora, productora… han sido mujeres. Y ese equipo ha funcionado muy bien. No sé si este año seguirá así pero que en la edición anterior sólo escuchara por mi pinganillo la voz de mujeres era algo muy nuevo.
Y ahora, además, una mujer preside la Academia de la Televisión. ¿Qué te parece?
Es fabuloso. Creo que lo va a hacer muy bien y la seguiremos de cerca los académicos. Cuenta con toda nuestra colaboración y apoyo. Yo abogo porque, además, los presentadores creemos algún tipo de asociación.
¿Qué relación mantienes actualmente con las redes sociales?
Cuando empezaron pensé que sería una relación más activa pero aún tengo muchos tabús que superar en relación con mi vida privada. Comparto cosas, pero me cuesta mucho abrirme, a diferencia de lo que hago en mi Facebook personal, limitado a gente que conozco. Pero soy consciente de que he de abrirme más porque es el futuro.
¿Ha quedado aparcada tu maternidad o te lo sigues planteando?
Me lo sigo planteando, no es algo que descarte, pero lo he de consultar con mi almohada. Afortunadamente tengo los óvulos congelados en Barcelona y es algo que puedo pensar con tiempo. Aunque ahora no es algo acuciante.
¿Cómo valoras 2018?
Ha sido un año que… no ha estado mal. De trabajo ha estado muy bien, la verdad. Y a nivel personal ha sido más complicado, pero con luz al final del túnel: mi padre superó un cáncer con mucho éxito.
¿Qué pides para 2019?
Salud, trabajo y… amor. ¿Qué más se puede pedir?
Vuelve el baile
La cuenta atrás para una nueva edición de Fama a bailar (Movistar+) ha comenzado. El pasado lunes 10 arrancó en Barcelona el primero de los castings para elegir a los 15 concursantes. Este año, además, la organización ha apostado por lugares emblemáticos para realizar las pruebas. Si en Barcelona ha sido el Centro Cultura del Born, un antiguo mercado rehabilitado en pleno centro de la ciudad, las otras localizaciones no se quedan atrás: la Fábrica de Tapices en Madrid, el palacio Euskalduna en Bilbao, la Ciudad de las Artes en Valencia, la terminal de cruceros de Sevilla y la fábrica Tristán en Tenerife. Todo un acierto.
Al casting de Barcelona se presentaron casi doscientos jóvenes dispuestos a hacerse con una de las 50 plazas que les llevará a la gran final de donde saldrán los 15 concursantes definitivos. Esta selección final tendrá lugar en Ávila en una fecha por concretar pero que en principio será a mediados del mes de enero.
A Barcelona acudieron todos los profesores, encabezados por el nuevo director, Iker Karrera, que sustituye este año a Igor Yebra, que ha caído por compromisos profesionales. “Hemos visto a muchos que repiten del año pasado y vienen mucho más preparados. Eso es muy buena señal”, aseguró Iker. “Buscamos más talento, más calidad y sobre todo aún más pasión. No vamos a bajar el listón que ya era alto”, insistió. Y por supuesto, la incombustible Marta Moure, directora de casting del programa desde su primera edición hace ya una década, que abundó en la calidad como seña de identidad. “El baile es algo muy complejo y queremos que el público lo vea y lo disfrute”. Eso sí, de momento poco se sabe sobre las posibles novedades respecto a la edición anterior. “Las sorpresas se irán explicando más adelante. De momento estamos en fase de casting que acaba el 3 de enero”, aclaró.
El sistema, que se repetirá en las otras ciudades, fue muy sencillo: un primer baile en grupos de diez para que el equipo técnico preseleccione a los que veía con suficiente talento. Sonó mucho hip hop pero también ritmos urbanos, fusiones de todo tipo. “La música ahora es todo eso, un cóctel de tendencias”, explicó Iker que se mostró entusiasmado por la variedad de perfiles entre los aspirantes: gente autodidacta, formada en la calle, compartía pista de baile con estudiantes de danza contemporánea. “Esta es la esencia de Fama”, concluyó. Después los seleccionados tuvieron la posibilidad de tener una segunda oportunidad durante un minuto, interpretando el tema que ellos habían seleccionado con anterioridad. Así de sencillo. Esa segunda prueba se realizó a puerta cerrada, sin presencia de medios de comunicación ya que las imágenes sí formarán parte del material que se emitirá en televisión.
A los aspirantes les esperaba en el centre cultural del Born una sorpresa adicional: la presencia de Wondy, ganadora en la edición anterior, acompañada de otros concursantes como Ugo, Claudia, Clara y Dama. Se desató la locura. Wondy es todo un referente para los nuevos aspirantes. “Hasta que no estás dentro no te imaginas lo que es todo eso de verdad”, confesó al grupo con su voz quebrada. Ugo tomó la palabra para dar su consejo: “No os guardéis nada porque así la gente no os va a conocer. Sed transparentes y vosotros mismos”. Claudia, que hoy triunfa junto a Mimi en el proyecto Lola Indigo tampoco quiero pasar por alto la oportunidad de hablar con los casi dos centenares de aspirantes. “Yo estuve cagada por eso os digo que empecéis a disfrutarlo desde hoy mismo. Entréis o no”.
El próximo lunes 17 de diciembre los nervios se trasladarán a Madrid. Y todo por vivir la oportunidad de pasar unos meses aprendiendo técnicas de baile. Todo por vivir su gran sueño.
