En Rusia es la sombra de La Roja. María Gómez forma parte del equipo de Mediaset: "Es mi mayor reto profesional, y desde que me lo confirmaron he estudiado como si esto fuera una oposición".

Además de cubrir el día a día de la selección, explora las tradiciones y la cultura del país: "Si vierais mi libreta de apuntes, alucinaríais: incluye una pequeña guía con todos los reportajes posibles".

Enseguida los medios internacionales la han comparado con Sara Carbonero, que estuvo en anteriores mundiales: "Imagino que hacer eso da titulares. Pero no es algo que tema; ella es buena profesional y yo intento serlo. ¿Por qué no apodan a nadie como el nuevo Carreño?".

Insiste que entre los 70 profesionales desplazados hay muchas mujeres: "Yo solo soy la que sale en la foto".
Y se ha tomado al pie de la letra los consejos de sus compañeros: "El primero es que deje de estudiar, que voy a aprobar seguro, y que disfrute, que esto se pasa muy rápido y es una experiencia única en la vida".

María le debe su pasión por el fútbol a su abuelo: "A los 12 años estuve federada en un equipo en Solsona (Lérida). Y continué en la universidad".

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Un clima de presión

Está claro que espera acompañar a la selección a la final del 15 de julio, pero también opina que ser triunfalistas no ayuda mucho: "Se genera un clima de presión sobre los jugadores que no es positivo". Para liberar tensiones, ella ha llenado la maleta de libros de novela negra: "Es un vicio que me ayuda a desconectar".