La reportera y sustituta oficial de Antonio Ferreras en Al rojo vivo, Cristina Pardo, se independiza para subir la audiencia dominical de la cadena con un espacio de actualidad desenfadado que, de cuajar, haría también en sábado.
¿Cómo surgió Liarla Pardo?
Siempre le decía a Ferreras [director de la cadena] que quería hacer humor, hasta que llegó esto. Tras el vértigo inicial ante un cambio de registro, he asumido el reto con la única intención de divertirme, y que lo haga también el público. No es muy distinto; sigo hablando de actualidad, pero con desenfado.
Tras Ana Rosa, eres la segunda con programa a tu nombre.
No fue idea mía. Si para proyectos anteriores, y a iniciativa de diferentes personas, se barajó mi apellido en el título, y pensé, ¿por qué no jugar con él aquí? Mi padre esta encantado, pero a mí me da un poco de pudor.
¿Qué tal rivalizar con Toñi Moreno?
¡Me escribió un mensaje para desearme suerte, y le agradecí su gesto! Eso es algo que no me preocupa porque nos dirigimos a públicos distintos. Además, uno tiene que centrarse en lo suyo.
¿Te cuesta trabajar en domingo?
No; lo he hecho mucho en esta cadena, y la ilusión por el proyecto puede con todo eso. Recuerdo que Pablo Motos empezó un domingo por la tarde y, aunque muy bien se me tiene que dar para terminar como él, la posibilidad siempre está.
¿Conocías a los colaboradores?
A Paula [del Fraile], de La Sexta, y a Cintora, compañero en Periodismo. Otros son conocidos del director. Tienen personalidad, buen talante y ganas de divertirse.
¿Echas de menos seguir al PP?
¡Si hubiera dimitido Rajoy a lo mejor me habría arrancado la piel a tiras! Seguiré saliendo puntualmente, porque no quiero perder mis fuentes, pero de momento voy a centrarme en esto. Además, mato el gusanillo hablando de política en El hormiguero.
¿Qué te ha aportado Ferreras estos cinco años?
Muchas cosas. Lo conocí con 19 años, cuando me quiso llevar de becaria, pero preferí mi contrato en la COPE.
Me dio la oportunidad de venir a la cadena, ya en Al rojo vivo, cubrir el PP, sustituirle y convertirme en una persona asilvestrada. Le quiero y sé que, si esto va mal, le puedo decir: "¿Me dejas volver?".
¿Haces honor al título?
Sí, di una adolescencia terrible a mis padres, pues, si me decían "esto", yo, aunque estuviera de acuerdo, optaba por lo contrario. Soy de tocar las narices, pero sin resultar ofensiva ni maleducada.
¿Y a quién te gustaría entrevistar?
A Bruce Springsteen.
