La periodista catalana, que ahora tiene 52 años, tenía apenas 20 cuando entró pisando fuerte en el panorama mediático: presentadora de un programa de cine en Radio Vilassar de Dalt. Un año después estaba en TVE y ya en 1987, con 22, llegó a Radio Barcelona de Cadena SER. De ahí pasaría a Hablar por Hablar y participaría en Hora 25. Pero su fama llegó en 1997, año en el que no solo recibió un Premio Ondas como reconocimiento profesional a su labor en Hablar por Hablar, sino que se hizo cargo de La Ventana sustituyendo a Javier Sardá, programa que en aquel momento era líder en audiencia en su franja horaria. En 2007, Gemma Nierga recibió otro Ondas justo cuando acababa de fallecer su madre. Tenía 42 años y, tras una década al frente de La Ventana, era una estrella radiofónica. Fue en 2012 cuando aterrizó en Hoy por Hoy, a cargo del segundo tramo, justo después de Pepa Bueno.

Lo primero de todo, ¿cómo te sientes en tu nueva situación profesional?
Feliz, porque estoy ante un reto complicado que me excita mucho. Hacía tiempo que no sentía este cosquilleo ante lo nuevo.

¿Echas de menos a los oyentes?
Desde hace un año, desde que no estoy en la SER, he recibido tanto cariño de los oyentes, que no voy a estar nunca a la altura de lo que me demuestran. Me encuentro gente que me había seguido durante años y me echan de menos. Y eso me hace muy feliz, me emociona. A veces tengo un punto de nostalgia, pero sobre todo estoy feliz.

Ahora te vemos pluriempleada.
Sí, sigo colaborando con Ana Rosa Quintana, en una sección denuncia y sigo también con Elena Garcia Melero en el programa “Tot es mou” en Tv3, además de hacer entrevistas, junto a Rodolfo Irago, en la revista Marie Claire.

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Y comienzas nuevo programa en la televisión catalana.
“Els meus pares” (Mis padres) empieza a emitirse el 13 de septiembre y es un documental que hace un emotivo homenaje a los padres de gente conocida del país: músicos, deportistas, comunicadores, actores...Se trata de descubrir a personajes que admiramos a través de la gente que mejor les conoce: sus progenitores. Y ver de qué forma les ha estimulado la familia, les ha marcado. Cómo sus padres les han transmitido valores de esfuerzo, lucha y sacrificio para convertirse en lo que son.

¿Qué famosos descubriremos?
De momento hemos hablado con los padres de Xavi Hernández, Martina Klein, Isabel Coixet, la cantante Silvia Pérez Cruz, Quim Masferrer y la madre de Andreu Buenafuente…Precisamente la madre de Andreu nos ha explicado que quería que su hijo estudiara y fue él quien le dijo que quería hacer radio.

¿Hablarás también de gente que no sea catalana?
De momento, en estos primeros capítulos vamos a entrevistar solo a catalanes o gente que vive en Cataluña, pero no descartamos ampliar el abanico.

¿Has tenido la sensación de volver a la que fue tu casa en el 88 con “Dit i fet” (Dicho y hecho) con tal solo 22 años?
Han pasado muchos años- entonces todavía estaba estudiando 5º de Periodismo- pero el primer día que llegué a TV3 me sentí en casa, muy cómoda.

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¿Temías no encontrar trabajo?
Cuando se cerró la puerta de la cadena SER pensé que me sería muy difícil trabajar en otro sitio; tal vez porque llevaba allí 28 años. Pero enseguida empecé a recibir ofertas y las primeras eran todas de radio. Pero no tenía ganas, pesaban esos años para inmediatamente meterme en otra empresa radiofónica. Necesitaba descansar, observar mi vida con cierta distancia y ver a dónde quería ir. Hasta que empecé a ver que podía volver a trabajar y lo hice poco a poco. Poco a poco me fui sintiendo segura, querida y respetada. Pero eso ahora es historia.

¿Eres una persona peleona, positiva y con ganas de tirar hacia adelante?
Sí. En la vida hay situaciones inesperadas y no muy agradables, que te provocan una fuerza inesperada, unas ganas de pelear, de luchar y seguir trabajando. Y no lamentarme ni un minuto.

¿Eres capaz de escuchar el programa de Pepa Bueno y Toni Garrido?
Alguna vez lo he hecho, pero es verdad que no escucho la SER como antes. Y de Pepa sólo te hablaré maravillas porque Pepa es mi amiga.

¿Desmientes entonces un enfrentamiento entre vosotras?
Absolutamente. Hace dos días, sin ir más lejos, tuvimos una conversación larguísima por teléfono. Pepa es mi amiga, mi cómplice y no sé de dónde han salido lo del enfrentamiento.

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Al año de los atentados en las Ramblas de Barcelona y de Cambrils por grupos yihadistas, el 17 de agosto leías el manifiesto que ponía voz a los familiares de las víctimas. ¿Quién te lo pidió?
El Ayuntamiento de Barcelona. Yo estaba de vacaciones pero acepté la propuesta y me bajé del Pirineo para estar allí ese día. Ha sido un honor. Luego me he encontrado a familiares de heridos en esos atentados y les gustaron mis palabras. He de decir que ese día yo representaba al Ayuntamiento de Barcelona y esas palabras eran de esa institución.

Los familiares de las víctimas dicen haberse sentido bastante desamparados por las instituciones…
No tanto ese día 17, que sí se sintieron arropados y queridos, pero es verdad que se han sentido abandonados, muy solos, a lo largo de todo el año. Y si ellos lo dicen hay que tenerles en cuenta.

¿Has tenido este año más tiempo para dedicarlo a tu familia, a tus hijos Pau (12) y Arnau (8 años)?
La verdad es que no he tenido más tiempo porque mi trabajo ha sido más disperso este año, pero yo siempre trato de encontrar el equilibrio entre familia y trabajo. Sé organizarme bien y decir que no a propuestas para ganar tiempo y estar con los míos.

¿Cómo ha vivido tu familia este cambio en el ámbito profesional?
Mi marido (José Antonio Cabanillas) me ha apoyado totalmente y los nenes no han notado nada porque me han visto feliz. Ellos no han sufrido ni tampoco mi padre, porque me ve contenta y relajada. Pasado el trauma del primer momento, después, todo lo que ha venido ha sido bueno.

¿Sigues haciendo teatro amateur?
¡Hace tiempo que lo abandoné! Concretamente cuando nació mi primer hijo. Pero es un gusanillo que tengo dentro y que pienso volver a coger porque el teatro me gusta mucho.