A sus 52 años, se resiste a alejarse de las cámaras. La presentadora vuelve a TVE para hablar de su pasado como azafata de La Vuelta Ciclista a España, donde en los años 80 esperaba en la meta a los ganadores para premiarles con un beso y un ramo de flores. Se trata de la segunda vez que Leticia visita el programa de La 1, ya que anteriormente también contó allí su experiencia como ídolo infantil.

Aunque en los últimos años es conocida por sus polémicas, operaciones de estética para corregir su estrabismo y sus 'hits' veraniegos como La salchipapa, Toma pepinazo o recientemente Tukutú, Leticia Sabater atesora un pasado televisivo lleno de éxitos. La catalana debutó ante las cámaras en 1986 como figurante en el programa Un, dos, tres... responda otra vez de Chicho Ibáñez Serrador, y después se ganó vida como azafata durante la Vuelta Ciclista a España. En 1989, se convirtió en "chica Hermida" al incorporarse a Por la mañana y en 1990 presentó su primer espacio infantil, No te lo pierdas, junto a Enrique Simón.

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En los 90, dejó la cadena pública para irse a Telecinco, donde enamoró a los niños con Desayuna con alegría (1991-1993), A mediodía, alegría (1992-1993) y Vivan los compis (1992) y compaginó su faceta de presentadora infantil con programas de variedades de la cadena. Su idilio con la privada duró hasta 1997, cuando regresó a TVE para presentar el concurso Lo que hay que tener, y después Con mucha marcha.

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Pero con el cambio de milenio comenzó su declive profesional y desde entonces ha presentado distintos formatos en Canal 7, ha participado en realitys como La selva de los famosos (Antena 3), Esta cocina es un infierno o Supervivientes: Honduras, en Telecinco; y ha saltado de plató en plató aprovechando cualquier polémica para tener su minuto televisivo. Y todo, mientras intenta triunfar en la música con títulos picantes y una estética imposible. Teniendo en cuenta cómo se las gasta Leticia, su paso por Ochéntame promete dar muchos titulares.