Desde que fijó de nuevo su residencia en España, Paz Vega no ha dejado de trabajar, y ahora, además, se atreve con los fogones. El jurado destaca su buena actitud y su tesón delante y detrás de las cámaras. Ella se confiesa una auténtica fan del programa.
Actriz y ahora cocinera. ¿Por qué estás en esta aventura?
Porque me encanta el programa. He visto todas las ediciones y he disfrutado mucho, sobre todo viendo a algunos de mis amigos en los fogones. Me parecía una oportunidad maravillosa para ampliar mi horizonte en el mundo de la cocina.
¿Ya eras cocinillas?
Sí. Me gusta indagar y trapichear con ingredientes y recetas, pero por mi trabajo no he tenido mucho tiempo para aprender a hacer platos mejores y más elaborados.
¿Está siendo duro concursar?
Mucho. Ya me habían avisado, pero no te imaginas lo duro que es hasta que tú no estás participando.
¿Te has preparado bien antes de entrar?
Claro. Estuve en el restaurante DSTAgE, de Diego Guerrero, que me permitió entrar en su maravillosa cocina para ver cómo se coordinan los tiempos. He descubierto lo importante que es tener preparado todo antes de hacer un receta.
¿Llevarás muy mal las críticas del jurado?
No, porque se supone que estamos aquí para que nos den directrices y para mejorar. Forma parte del juego.
¿Cómo te llevas con tus compañeros de concurso?
Muy bien. Es un grupo muy divertido y con mucho sentido del humor. Somos competitivos porque estamos en un concurso y todos queremos llegar a la final, pero hay mucho compañerismo, algo que agradezco. Para mí, primero son ellos y después ganar.
¿Qué te ha dicho la familia?
Están encantados, sobre todo mis hijos, ya que siguen el concurso. Cuando llego a casa siempre me preguntan: ¿Te han eliminado o vas a ver a tus compañeros desde el balcón?
Si ganas, ¿a quién donarás el premio?
Prefiero no decirlo hasta el final. Tengo varias opciones.
