Hasta la bahía de Halong, Vietnam, ha viajado Paula Vázquez con la segunda edición de El puente, que llega este domingo 23 a Movistar+, con la novedad de que se pueden ver del tirón los ocho capítulos. “El consumo en televisión está cambiando –argumenta la presentadora–, pero yo seguiré viéndolos en #0, semana a semana, para comentar la jugada con los amigos”.
¿Cómo se presenta esta edición?
Mucho más dura para el equipo y también para los concursantes; con muchos problemas a sortear; fuertes corrientes marinas… Aunque el reto sigue siendo construir un puente entre todos y un premio a dividir, sorprenderá.
¿Introducís cambios?
Claro, para impedir que los participantes vinieran resabiados y con estrategias previas. Son menos concursantes; un puente de 400 metros en lugar de 300; 20 días en vez de los 30 que pasaron en la Patagonia argentina, y giros de tuerca que no puedo desvelar.
Háblame de los concursantes.
Hay una modelo que vino en patera hace 12 años y vuelve a enfrentarse al mar, su mayor miedo; un guardia civil y un mosso que trabajan mano a mano…
¡Grabaste la promo en una roca altísima!
Sí, hubo que escalar con guantes, para evitar cortes… nos ayudaron dos especialistas.
Los jefes dicen que lo diste todo…
Es lo que toca cuando ves a redactores y cámaras trabajando muchas horas mojados, con un frío del carajo y durmiendo en barcos de madera. Hay mucho esfuerzo.
¿Anécdotas en Vietnam?
Descubrí que te ponen la tumba en el lugar donde mueres. Sin saberlo me coloqué sobre la de una niña muerta en una carretera, marcada con un círculo de piedras, y la familia vino a recriminarme.
La M6 francesa estrena pronto su propia versión.
Sí; El puente supone un giro brutal a los realities; respeta la vida privada de los concursantes, y con una narrativa visual propia de las series.
El casting de ¡Fama…! en noviembre. ¿Hay ganas?
Claro; espero repetir lo vivido en la primera, con alumnos de nivel… Sigo en redes a los de la edición anterior. ¡17 se han ido de viaje juntos a Canarias! Son chavales con talento, sin ego ni vanidad.
¿Qué tal llevas hacer doblete?
Bien, no coinciden en fechas. Ha sido algo progresivo, enriquecedor y estimulante, pues cuando surgió El puente, yo pensaba que la tele había terminado para mí.
En Movistar abundan los espacios de humor. ¿Te apetecería cambiar?
Es curioso, empecé en esto haciendo sketches con Alfonso Arús, en Força Barça, de TV3, pero hoy estoy cómoda en ‘el registro serio’.
Los talents ahora arrasan. ¿A cuál te hubieras presentado de niña?
A Fama. Yo bailaba mucho, en plan masculino, macarra, lo que ahora sería rap; así que me apuntaron a ballet, pero me echaron.
¿Propósitos para este curso?
Voy a hacerme una casita de piedra y cristal en Galicia; me apuntaré a estudiar algo y seguiré viajando, que es lo que más me gusta.
