Las primeras nominaciones en Gran Hermano VIP hicieron saltar las chispas en Guadalix. Y nunca mejor dicho porque, a medida que los concursantes iban mencionando los nombres de sus elegidos, estos recibían pequeñas descargas eléctricas en el salón. Rosa Benito, aunque aguantó estoica, fue una de las primeras en pegar un grito. Liz no aguantó tanto: ‘‘¡Súper! ¡Qué me duele con la falda!”. Mientras, el ‘Pequeño Nicolás’ se quejaba: “Hay límites…”
En la cuerda floja
El invento de los calambrazos resultó divertido para la audiencia, que por primera vez en dos semanas, ganó la batalla a Cuéntame (3.115.000 espectadores y un 25.4% por ciento de share por 3.058.000 y 16,2). El resultado final de las nominaciones colocó en la palestra a Laura Matamoros, Carmen López, el Pequeño Nicolás y Julián Contreras.
¿Dónde está mi botella de…?
Sin embargo, no solo saltaron chispas debido a las descargas. ‘‘¡Hace falta ser gentuza!’’, gritaba Carlos Lozano a sus compañeros. ¿Qué pasaba? Al parecer, se habría acusado al expresentador de robar una botella de ginebra de la nevera. ‘‘Se habrá evaporado’’, bromeó Jordi González desde el plató. ‘‘Es una acusación muy grave y nadie quiere aclararlo –decía con la cara desencajada y alzando los brazos al cielo– Ni soy alcohólico ni tengo problemas con el alcohol. Si no, no estaría trabajando’’. Al final de la gala, Lozano amenazó indirectamente al resto de los habitantes asegurándole a Jordi que podría ‘‘tomar medidas legales con su abogado’’.
