Jesús (Fernando Guillén Cuervo) y Clara (Verónica Sánchez) seguirán investigando en Televisión Española. A pesar del descenso en la audiencia (el último capítulo reunió a 1.901.000 espectadores, un 9,8 % de share), la cadena ha dado luz verde a una segunda temporada de El caso. Crónica de sucesos, que ya ha concluído la grabación de la primera tanda. “Podemos respirar tranquilos”, ha confirmado Fernando Guillén Cuervo a Bluper. ”Merece la pena mantenerla. Es una serie que tiene muchísima calidad, en la que se ha hecho una buena inversión, se ha apostado por ella”.
De hecho y coincidiendo con el lanzamiento de la serie, el mítico semanario, que seguía contando con una edición digital, se ha vuelto a editar en papel. Pero, a pesar de todos los esfuerzos, la serie sigue perdiendo espectadores. “Se ha programado regular, aunque también cómo se ha podido. Tampoco había muchas más ventanas. Quizá nos pilló a contramano el empate del Atlético de Madrid en Liga de Campeones”, explica Guillén Cuervo. Una actitud que, según el actor, sigue perjudicando a la industria. “Espero que en este país se acabe eso de pisarnos los unos a los otros. Tengo la teoría que las contraprogramaciones y esos pisotones normalmente destruye el tejido industrial”. Y es que tanto él como sus compañeros están orgullosos del trabajo hecho: “Estamos muy contentos con el resultado. Ha habido unanimidad de crítica de industria y público”.
Antonio Garrido, que interpreta a Camacho, también ha confirmado la continuidad en la edición en papel.
En el capítulo que veremos esta noche, Isabel Arteaga, hija de una adinerada familia relacionada con el franquismo, desaparece en misteriosas circunstancias. Al poco, sus secuestradores reclaman a la familia un costoso rescate. Clara se involucra en el caso como periodista y amiga de la joven. Jesús la acompañará en la investigación, pese a tener en mente otro tipo de preocupaciones: tras la publicación del retrato de Santafé, los teléfonos de la redacción no dejan de sonar y Camacho (Antonio Garrido) está cansado de las injerencias del periódico, y sobre todo de Jesús en la investigación sobre el paradero del asesino del Rosario.
Por otro lado, Clara pide a Gerardo (Marc Clotet) que abandone el psiquiatra y el duro tratamiento al que le tiene sometido para “corregir” su homosexualidad. Jesús también tiene sus propios problemas personales: la boda de Rebeca (Natalia Verbeke) y Camacho es inminente, aunque la novia comparte sus dudas al respecto con Jesús, alimentando sus ilusiones.
