Tras participar en series como Ley y orden o C.S.I. Miami, Alana de la Garza sigue instalada en el género con Mentes criminales: Sin fronteras, spin off en el que interpreta a Clara, una antropóloga que domina varios idiomas y vuelve a la Unidad Internacional del FBI tras dos años sabáticos. Hablamos con ella en la última edición del Festival de Televisión de Monte-Carlo.
¿Por qué siempre te llaman para hacer series criminales?
Es raro, ¿verdad? No tengo ni idea. Pero lo cierto es que estoy muy agradecida.
En Mentes criminales… interpretas a una mujer que habla varias lenguas…
Sí. Cuando me mandaron el primer guión le dije a mi marido: ‘Hay muchas páginas en tailandés’. Nos entró la risa. Aunque di clases con un profesor, me dijeron que podía grabarlo en inglés y luego doblarme, pero me empeñé en hacerlo en tailandés. Fue un reto muy divertido pero no me costó tanto como el francés, con esas erres tan fuertes (risas).
Hay un capítulo ambientado en los Sanfermines de Pamplona, ¿te oiremos hablar español?
Por supuesto. Hablo un poquito porque tengo sangre española, de hecho mi padre lo habla como primera lengua, así que es fácil para mí. Es el idioma que menos me ha costado, junto con el japonés.
¿Qué tienes en común con Clara?
Es el personaje más parecido a mí que he hecho. Yo no soy una esclava de la moda y me encanta su forma de vestir. Eso sí, ella es más inteligente que yo (risas).
¿Y qué tal llevas grabar en estudio en lugar de viajar a destinos como Bangkok, Bombay o El Cairo?
Ya viajé mucho cuando era joven. Es alucinante lo que hace el equipo de esta serie. Entras en el plató… ¡Y es la India! Y al día siguiente es un desierto.
¿Con qué personaje de la serie original te gustaría tener un crossover?
Con Penelope (Kirsten Vangsness) y con Aaron (Thomas Gibson).
Ya vais por la segunda temporada. ¿Por qué tiene tanto éxito?
Ni idea, esas son cosas que no se pueden controlar. Por ejemplo, al público y a mí nos encantaba Forever y al final la cancelaron.
¿Recuerdas cuál fue tu primera serie que se canceló?
Todos mis hijos, solo estuve seis meses. Yo tenía 22 años y el personaje cuando me llegó el guión tenía 17. Iba vestida con calcetinitos, uniforme dce colegio… Recuerdo que, grabando una secuencia, los directores me decían: ‘Alana, tienes que decir mami, no mamá’. Y leía cosas horribles sobre mí en internet, como: ‘¿Qué hace esta interpretando a una joven si tiene 45 tacos?’ (risas) Ahí aprendí a no tener miedo a las cancelaciones de las series.
Si pudieras elegir una ficción para trabajar…
Outlander. Me tragué la primera temporada entera con mi mardio un sábado por la tarde. Además, nunca he hecho época y me parece muy divertido.
