Tras más de 16 años interpretando a Antonio Alcántara en Cuéntame, Imanol Arias da un paso al frente en su carrera y compaginará la serie más longeva de la televisión con Velvet Colección, donde dará vida al Señor Godó, un banquero de la alta burguesía catalana que en los años 70 decide financiar los almacenes. El actor, que cumplirá 60 el próximo 26 de abril, habló de cómo vive los cambios en el mundo de la televisión con la aparición de las nuevas plataformas, y de cómo le han afectado los acontecimientos del último año en relación con la polémica de los papeles de Panamá.
¿Qué significa para ti entrar a formar parte de Velvet?
Estoy muy agradecido al entrar a formar parte de esta compañía, desde que he empezado no he dejado de recibir cariño. Tengo la sensación de que hay un mundo que se ha creado y se crea que es la televisión de mucha calidad y para un actor de mi edad formar parte de esta nueva etapa de la televisión es un honor porque es el futuro de toda la profesión.
Dicen que tu personaje es el nuevo capitán de la serie y se mueve entre el bien y el mal…
En los años 70 los grandes negocios ya no podían subsistir con el patrimonio familiar y comienza a venir la financiación. Y cuando viene la financiación viene el poder. Los inversores son seres muy posesivos. El señor Godó es un hombre de mucha clase, pertenece a la alta burguesía catalana y generó la primera banca dinámica en Catalunya. Es la historia de un hombre que intenta poseer y hacer suyo todo lo que produce. Es muy selectivo, tiene una herida interior y un envoltorio encantador. Es muy traidor, en el mejor sentido. Te enamoran sus maneras, no es bueno, pero tampoco malo, no es un asesino. Coge rehenes para su causa sentimental. Todos los personajes que le rodean tienen mucha vida, tanta que él quiere poseerlos.
¿A quién se podría parecer?
Al Gran Gatsby. No es mala gente, todas las contradicciones nos van a dar mucho juego. Como curiosidad, empiezo con Velvet Colección un año antes que, con mi anterior serie, vuelvo a los 70.
¿Se puede decir que eres la estrella de la nueva temporada de Velvet?
No, como mucho seré el elefante. Por edad, por experiencia en la televisión, por trayectoria… Me he encontrado con un reparto de una inteligencia y un cariño especial y me siento como una vaca invitada. Es un honor estar aquí.
¿Por qué Velvet?
Hay una relación con la compañía desde hace muchos años. Cuéntame ha tenido una difusión en América Latina brutal y he ido viendo cómo Velvet ha ido ocupando ese lugar preponderante. Además de la trama, tiene un componente estético importante y es algo que atrapa y funciona muy bien.
¿Esta serie será como un balón de oxígeno para ti?
Sin duda. Para poder cumplir con el proyecto de Cuéntame, hace un par de años, ya pedí un respiro para poder hacer otras cosas, entre ellas cine. Y creo que va a ser una tónica a partir de ahora. Tanto en el teatro como en la televisión o el cine, los actores son punteros también si trabajan en otras cosas, como es el caso de Javier Rey que tiene más de un proyecto al mismo tiempo.
¿Necesitabas salir de Cuéntame?
El rodaje de Cuéntame tiene algo vital: ir envejeciendo con ella. Mi personaje crece, sus hijos también… Empecé a ser actor en los 80 y comencé a hacer películas, luego volví en los últimos 90 y ahora siento que hay un tercer ciclo con las plataformas y los nuevos formatos. Existe la posibilidad de estar en este momento. Hay generaciones que han sufrido muchas pérdidas y algunos nos hemos quedado en el camino para poder seguir haciendo cosas.
¿Ha habido otros proyectos que no hayas querido o podido hacer durante este tiempo? ¿Había un compromiso pactado? ¿Contrato de exclusividad?
Sí, ha habido de todo. Muchos proyectos de teatro, una gira mundial que tuve que suspender por cuestión de fechas… En cuestión de series no podía comenzar otra por el compromiso que tenía porque se grababan muchos capítulos. Los rodajes ocupaban nueve meses y descansábamos tres. Más que un impedimento, era un tema físico. Ya dije que el día que los jóvenes adquieran el relevo de Cuéntame, la serie cogería una nueva dimensión. Pablo Ribero, Irene Visedo tendrán el rol de adultos y habría un cambio generacional para bien.
¿Hay mucha diferencia en trabajar en la pública o en la privada?
La pública tiene 17 mil metros cuadrados construidos, 1km y medio de calle, pero hay una nueva dimensión de tecnología. El piso de Cuéntame tiene 80 metros cuadrados, como el piso de mis padres, y es muy diferente hacer algo que pasa en un lugar mucho más grande. Hay una dimensión nueva tecnológica y estética increíble, y Velvet lo tiene perfectamente integrado.
¿Cómo ves a tus compañeros?
Velvet tiene mucha suerte de los grandes actores y actrices que tiene. Ayer estuve en el tren con ellos y no veía la hora de irme a dormir. Estuvimos charlando y compartiendo experiencias hasta las tantas.
¿Con quién has hecho más migas?
Los chicos estamos muy fascinados porque Velvet es muy femenino. Este año el sector masculino viene muy fuerte. Los tres chicos son fantásticos. Asier Etxeandía es un ser alegre, creativo, me encantaría que estuviese en todos lados. Y los demás igual. Ayer ellos me contaron cinco secretos, pero yo no les conté nada, soy el que tengo más información sobre la serie a pesar de ser el nuevo.
Te hemos visto muy emocionado en la rueda de prensa, cogiendo fuerte la mano de Adriana Ozores.
La vida te da posibilidades de salir adelante, y a Adriana también. Adriana era la persona prevista para hacer Cuéntame y no pudo hacerlo. Hay una historia de vuelta otra vez y de recuperar oportunidades. Es un año vital para mí, cumplo 60 y dicen las culturas antiguas que un hombre con 60 años tiene la última oportunidad para renacer. Si no lo hace, sigue siendo el mismo hasta que se muere y yo he tenido la suerte que la vida me ha dado esta posibilidad.
¿Cómo describirías este último año?
Ha sido el año en el que uno tiene que responsabilizarse de todo lo que no ha hecho.
¿Qué es lo que más te ha dolido?
No siento ningún rencor ni ninguna responsabilidad. En todo caso, la percepción de que ha habido una parte de mi vida de la que no me he preocupado.
¿Cómo valoras tu trayectoria profesional y personal?
La vida me ha demostrado de que no valgo para muchas cosas que no sea esto. Empecé con siete años, fui casi profesional con 17, que gané un premio nacional, y a partir de ahí mi vida ha sido la suerte de poder elaborar un oficio que me ha permitido reunir condiciones que además ha potenciado otras condiciones que yo no tenía. Yo estudié en un taller, venía de una familia muy humilde y siento que todo el viaje que he hecho a lo largo de mi vida ha sido un homenaje a mis padres y a mis orígenes, a mi lengua y al país. 60 años es una edad complicada porque estamos muy solos, ya habido muchas muertes, parece que es el peor momento para trabajar y, sin embargo, al final puede ser uno de los grandes momentos para trabajar y tener una vejez tranquila. En el mundo del actor siempre hay esta obsesión, la de qué pasará cuando se haya terminado todo.
¿Temiste en algún momento por la vida de Cuéntame?
Eso es muy privado. No puedo explicar por qué, pero no. Fue muy peculiar. Había que aclarar un asunto que no tenía nada que ver con la serie. Si se hubiese terminado, se hubiese terminado.
¿Sentiste que os machacaron demasiado?
No, cada uno juega sus cartas y tiene sus intereses en la vida, hay que saber entenderlo, si no te pones enfermo. Cada uno hizo lo que tenía que hacer.
Decías que estabas pensando en desaparecer, “irte al extranjero para no cansar”, dijiste en una ocasión.
Confiaba muy poco en mí mismo. Pero sigo viajando, ahora iré a La Habana para presentar una versión especial Despido procedente, y el 26 me voy a Marruecos para grabar una superproducción con Marisa Paredes y Rodolfo Sancho. Sigo trabajando en proyectos internacionales, sobre todo en América Latina.
¿Te has reconciliado contigo mismo?
Se aprende en la vida. Alguien me dijo que este proceso dependería de la cantidad de amargura que fuera capaz de gestionar. En este tipo de procesos el que es ratón y el que es elefante se le araña por igual. Hay que asumir, aceptar y vivir y entonces creces mucho como persona.
¿Cómo está la situación con Hacienda?
No puedo decir nada. Tengo dos frases por decir y ya he dicho una: “Yo no sabía, pero asumo la responsabilidad”, y la segunda, “Está todo solucionado”. Ahora mismo estoy entre la primera y a segunda.
¿Qué te parecen las plataformas digitales?
Tengo Anacleto en Netflix y sé que gracias a eso la vi en Japón durante un viaje de casualidad. La producción se va a incrementar porque estas plataformas necesitan mucho contenido. Es un gran avance y todavía no han desembarcados las grandes de verdad.
Tu hijo Jon va a hacer una serie nueva Mujeres de ley. ¿Le has dado algún consejo?
Jon lleva en la familia mucho tiempo. Es verdad que ha sido sorprendente la rapidez con la que se ha incorporado. Estudió para ser actor en el extranjeropero la música se le cruzó en su vida. Hasta que no paró con la música, no volvió a retomar la interpretación. La verdad es que va a ser un éxito. Ha sido muy rápido, en un año haciendo pruebas tiene proyectos ya para Hollywood. Se nos va. Para mí es un orgullo. Claro que tiene a su padre, pero no a un actor mayor, a su padre. Si alguna vez se va para all´, que me contrate para estar con él y para ayudarle.
Para quien sí ha habido un final ha sido para Echanove. ¿Cuál es tu visión sobre lo ocurrido?
La misma que la suya. Al ser hermano y amigo, sufres tanto como él. No puedo estar en desacuerdo con él. Juan ha sido muy importante.
