“Es una megaserie”. Así de orgulloso está Carlos Bardem por formar parte del elenco de The Son, en la que encarna a Pedro García, patriarca de una acaudalada familia texana “que representa a los últimos herederos de los españoles que se instalaron allí en el siglo XVIII”.
Participas en toda una superproducción de AMC.
Claro. Es como jugar un partido de Champions. El nivel de respeto al actor es enorme, pero el nivel de exigencia también lo es.
El estreno ha llegado en un momento muy oportuno en EE.UU.
Sí, es una serie valiente que coincide con el muro de Trump y habla de cómo detrás de la codicia siempre hay racismo.
¿Te gustan los wésterns?
Me encantan. Los intérpretes somos niños que no acabamos de crecer y verme de ranchero con mi caballo, con 40 vaqueros detrás, es una maravilla.
¿Qué tal con Pierce Brosnan?
Es un tipo encantador, muy generoso y alguien muy divertido dentro y fuera del set. Congenié muy bien con él. Además, él conocía nuestro país desde que rodó
El mundo nunca es suficiente de James Bond en Bilbao.
Ahora arrancas la grabación de
La zona, de Movistar.
Sí, otra ficción buenísima para perder el miedo a las narrativas diferentes. Doy vida a Krusty, alguien cuya manera de relacionarse es muy especial.
¿Qué diferencias encuentras entre trabajar aquí y en Estados Unidos?
El talento no va por países. Allí hay muchísimo dinero con el que se compran medios y tiempo.
Eso quiere decir que en España hay una buena cantera artística.
Hay mucho talento. Mira el caso de Juan Diego Botto en Buena conducta, o Miguel Ángel Silvestre en Narcos y Sense8.