Volcada en el cine y en la música, Leonor Watling estaba esperando un guión que le convenciera para volver a la televisión. Y le llegó con Pulsaciones, nueva serie creada por Emilio Aragón y en la que interpreta a una neurocirujana cuya vida cambia cuando su pareja, Álex (Pablo Derqui) recibe un transplante de corazón que le convierte prácticamente en otra persona.
Llevabas años sin hacer televisión. ¿Qué te atrajo de esta historia?
El personaje me encantó. Blanca Jiménez es una neurocirujana muy racional y muy enamorada. Y también me animó que la propuesta fuera muy cinematográfica y que se tratara solo de diez capítulos. Pensar que voy a firmar una cosa que puede durar mil años me angustia.
¿Y por qué no te habíamos vuelto a ver en ninguna serie?
Tengo la suerte de poder elegir los proyectos que hago, pero no tengo ninguna reticencia al medio. A mí lo que me engancha es un buen guión.
Por los avances te vamos a ver sufrir bastante…
Una feria no es (risas). Pero es precioso defender a un personaje al que admiras y Blanca es una mujer muy frágil en un momento muy complicado de su vida.
¿Crees que el público se sentirá identificado con ella?
Seguramente, porque es una víctima en toda la historia y empatizar con las víctimas es siempre más fácil.
¿Qué tienes en común con ella?
Las dos somos fuertes y mostramos entereza incluso en los momentos más complicados.
¿Conocías la ‘memoria del corazón’ de la que se habla en la serie?
No. Hay una parte del ser humano que es espiritual y donde la fe tiene mucho que ver.
Se habla de una posible segunda temporada con otra trama y personajes, tipo American Horror Story…
Sería genial. Yo participaría encantada.
Competís con Masterchef Junior, Gran Hermano VIP, Tú sí que sí… ¿Y si no funciona?
Sería una pena pero bueno, supongo que si la retiraran del prime time podría verse en otra plataforma y acabaría encontrando su público.
¿Cómo ha sido trabajar con Emilio Aragón?
Tenía muchas ganas de conocerle porque le admiro. Y es un poco como Bruce Lee con lo de ‘sé agua’: todo lo que pasa acaba convirtiéndolo en algo bueno.
¿Tú servirías para médico?
Cuando voy a un hospital me fascina todo, creo que es de las cosas más bonitas que puedes hacer. Eso y ser maestro. Pero claro, luego está la realidad de chuparte guardias de 72 horas, estudiar 7 años… Esa parte no sabría gestionarla.
¿Cómo compaginas la interpretación, con la música y la maternidad?
Condignidad y buen humor (risas). A veces tengo un poco de desorden en el calendario pero me considero una privilegiada.
